Con la ampliación de la gama de la marca MINI se genera un concepto “Shooting Brake” nuevo y único, ya que con su alargado techo se acentúa tanto la deportividad como la funcionalidad del coche. Es que el MINI Clubman combina la típica vivencia de estar a los mandos de un coche de la marca con un diseño extrovertido, muy exclusivo y más funcional.
Con cinco asientos, dos puertas se abren hacia los costados (“splitdoor”, puerta partida) y otra puerta “clubdoor” en el lado derecho se abre en sentido contrario. En comparación con el MINI, la carrocería es 24 centímetros más larga y por lo tanto, la distancia entre ejes creció 8 cm. La capacidad del maletero es ahora de 260 litros y rebatiéndolo, llega hasta 930 litros.
Mecánicamente se destaca la nueva generación de motores de nafteros de cuatro cilindros con Twin-Scroll-Turbo o con sistema de regulación plenamente variable de las válvulas, así como un motor diesel de cuatro cilindros con inyección common-rail. Todos los impulsores poseen numerosas medidas destinadas a la optimización del consumo y de las emisiones: función “start-stop” automática, recuperación de la energía de frenado e indicador del momento óptimo de cambio de marchas. Las variantes son dos nafteros de 1.6 litros, de 120 CV o 175 CV, y un diesel de 110 CV con la misma cilindrada.
En el equipamiento se destacan los frenos con sistema antibloqueo (ABS), la distribución electrónica de la fuerza de frenado (EBD), el sistema de asistencia de frenado en curvas (CBC) y el asistente de frenado, más el control dinámico de estabilidad (DSC) con asistencia para arrancar cuesta arriba, y el diferencial autoblocante opcional para el MINI Cooper S Clubman.
En resumen, el MINI Clubman mide 3,9 metros de largo, 1,6 metros de ancho y 1,4 metros de alto, con 2,5 metros entre ejes, un peso de 1.220 kg y un tanque de combustible con capacidad para 40 litros
