
Para el trimestre de enero a marzo de este año, la pérdida neta de Toyota alcanzó la colosal cifra de 7.702 millones de dólares, por encima de la registrada en el mismo período por el estadounidense amenazado de bancarrota General Motors (6.000 millones de dólares). Estos malos resultados se deben al “deterioro significativo de las ventas de vehículos, especialmente en Estados Unidos y en Europa, la rápida apreciación del yen contra el dólar y el euro, y la fuerte al alza de las materias primas”, lamentó en un comunicado Katsuaki Watanabe, presidente de Toyota, que dejará el puesto a fines de este mes.
Las ventas mundiales de Toyota se mantendrán por debajo de los 6,5 millones de vehículos, volviendo a los niveles de 2003-2004, frente al récord de 8,91 millones en 2007-2008. “Parece que la normalización de los mercados financieros en Estados Unidos y en Europa y la reactivación económica mundial tardarán un poco más de tiempo todavía”, reconoció Watanabe.