El anuncio fue confirmado por separado por Volkswagen, que “saludó la decisión de los representantes de la familia Porsche y Piëch”, nombre de la otra parte de la familia. “Bajo una dirección única, la nueva estructura debería reunir las diez marcas, lo que permitiría a todas las marcas, incluso a Porsche, mantener su existencia propia”, agregó VW. Un “grupo de trabajo común” a los dos constructores se encargará de elaborar un proyecto de estructura financiera para el nuevo consorcio durante las próximas cuatro semanas.
“En virtud de una ley específicamente elaborada en los años ‘60 para Volkswagen, los poderes públicos tienen un derecho a veto sobre las decisiones estratégicas del grupo. Volkswagen es también el símbolo de la co-dirección a la alemana, una empresa donde los sindicatos tienen un poder importante y están asociados a ciertas decisiones, especialmente, dentro del consejo de supervisión”, señala un informe de la agencia AFP, que agrega: “Porsche debe por lo tanto discutir con las diferentes partes para crear el gigante que el futuro grupo constituirá y cuyas grandes líneas no han sido aún anunciadas”. La única certeza, según el comunicado de Porsche, es que el grupo reunirá las 10 marcas (las nueve del grupo Volkswagen –VW, Skoda, Audi y Seat, entre otras– y Porsche), aunque cada una conservará una “existencia propia”.