Hoy por hoy, los automóviles sólo se valen del sistema de frenos aplicado en sus ruedas para detenerse. Colaboran, claro, el dispositivo ABS y el repartidor electrónico de la fuerza de frenado (EBD), entre otros. Pero Mercedes creyó que había algo más por hacer, y así fue que desarrolló lo que denominó Braking Bag. Técnicamente, es una bolsa de aire situada justo debajo del motor, entre las ruedas delanteras, la zona que mayor transferencia de pesos recibe ante una frenada de emergencia. Al inflarse, la bolsa ejerce resistencia sobre el suelo y aumenta la desaceleración del vehículo en 20 m/seg2, según señala la casa de la estrella. Para ser más claros, en pruebas realizadas con este sistema sobre un Clase C que circulaba a 50 km/h, la distancia de frenado se redujo en 18 centímetros. Una cifra que puede ser la diferencia entre chocar o no contra otro vehículo o, más grave aún, entre atropellar o no a un peatón. El Braking Bag se activa si los sensores del vehículo, que calculan la velocidad a la que éste se desplaza y la distancia con el coche precedente, detectan el peligro de un inminente impacto.
En el siguiente video del ESF Concept se aprecia no sólo el funcionamiento del Braking Bag, sino también otras novedosas soluciones en materia de seguridad que aún están en fase de desarrollo (por ejemplo, un airbag que protege a los pasajeros delanteros de un golpe entre ellos mismos) y que por ahora no tienen fecha confirmada para llegar a los vehículos de producción. Pero está claro que algún día estarán allí, dispuestos a hacer más segura la vida a bordo de un automóvil…