El sitio “worldcarfans” tomó la noticia publicada por la revista británica “Autocar” y rápidamente divulgó el primer boceto de las líneas de diseño que podría adoptar el BLK (foto). Lo curioso es que Mercedes-Benz podría trabajar en conjunto con su rival BMW (que por su parte lo hace hoy con Peugeot) para la elaboración de un impulsor común en el BLK y el X1. Al respecto, la publicación aclaró que hacia noviembre próximo se confirmaría o no la labor compartida de las automotrices. Las versiones de motor podrían ser de entre 1.6 y 2.2 litros, nafteras y diesel.
La tracción integral estaría disponible únicamente en las versiones tope de gama y no sería del tipo permanente, siempre según la fuente citada. Ante este último dato, se deduce que Mercedes-Benz apuntará a fabricar un vehículo más orientado al uso urbano que destinado al “off road”.
Este BLK formaría parte de la nueva familia A y B que M-B planea renovar de aquí a los próximos años. Mientras que el futuro Clase A se convertiría en una coupé compacta, el venidero Clase B crecería en dimensiones (casi 10 cm más largo). En ese contexto, el BLK se ubicaría por debajo del ya existente todoterreno GLK, que llegará a la Argentina a fines de este año, según adelantó la filia local de M-B en el reciente lanzamiento del C-Touring y el CLC Sportcoupé.