El rally británico era una auténtica final entre Loeb, de 35 años, y Hirvonen, de 29. Quien ganara la carrera se aseguraría la corona. Por eso ambos salieron a fondo desde la primera etapa, el viernes. Allí, Sébastien lo superó por 5 segundos. El sábado, tras la segunda sección, Loeb había estirado su ventaja a 30 segundos. El domingo todo parecía a favor del francés. Sin embargo, Mikko comenzó a descontarle y se colocó a 18 segundos. Pero en un salto se dañó el capot de su Ford Focus, debió detenerse y quitarlo del auto, y allí perdió toda posibilidad de continuar la batalla.
“Nunca es fácil comparar una corona con otra, pero creo que esta ha sido la mejor de todas en términos de la batalla deportiva que tuvimos que librar para obtenerla. Cuando uno gana un título tres fechas antes del final la presión no es la misma, porque tendrás otra oportunidad. Pero cuando sucede en la última fecha no hay margen de error”, admitió Loeb. El galo consiguió 7 victorias esta temporada contra sólo 4 de Hirvonen, quien sin embargo subió al podio en 11 de las 12 fechas. “Mi reto es batir a Loeb antes de que se retire. Aprendí mucho este año y volveré más fuerte y mejor para 2010”, prometió el finlandés, que deberá vencer a Sébastien el próximo año, ya que Loeb podría retirarse del WRC a fines de la temporada venidera.