La marca sueca cumplió 20 años a nivel local y Adriano Merigli, presidente en el país, recibió a TruckMagazine.com.ar para analizar pasado, presente y futuro.
Por Martín Egozcue
martin.egozcue@truckmagazine.com.ar
En un país tan desafiante como la Argentina, cumplir 20 años en cualquier actividad comercial, de forma ininterrumpida, no es poca cosa. Más aún si consideramos como punto de inicio al 2001, un año recordado por una de las peores crisis económicas, sociales y políticas por las que atravesó nuestro país. Justamente en 2001, Volvo Trucks & Buses decidía, desde Suecia, desembarcar en la Argentina a través de una filial directa. Una filial que, en los últimos días, cumplió nada menos que 20 años de vida. Claro, dos décadas que también estuvieron marcadas por constante altibajos del mercado de camiones y buses, a tono con lo que ha sido el contexto económico y político de la Argentina. Pero pese a eso, la marca sueca sigue firme en su proyecto a nivel local y con un claro objetivo: convertirse en líderes del segmento de Pesados, de forma estable y perdurable en el tiempo. Y ése es, precisamente, uno de los mensajes que Adriano Merigli (foto), presidente de Volvo Trucks & Buses, transmitió en una entrevista exclusiva con TruckMagazine.com.ar, con motivo de este 20º aniversario…
– ¿Qué significa para Volvo Trucks & Buses cumplir 20 años en la Argentina?
– Significa un montón de cosas pero, ante todo, demuestra la potencialidad del mercado argentino. Hoy estamos acá y que el mercado nos haya permitido sobrevivir 20 años y crecer, significa que el mercado es muy fuerte. Eso para nosotros significa mucho. Poder brindarles a los clientes tecnología, innovación, calidad de productos y eficiencia, para que el camión esté trabajando todos los días. Creo que eso es lo más importante.
– Arrancaron en 2001, un año muy difícil. ¿Cómo fue el desarrollo de la marca en estas dos décadas?
– Volvo es muy fuerte en el mundo. Somos la segunda marca más grande de camiones en el mundo, y la más grande de camiones pesados del mundo. Pero en la Argentina era un desafío consolidar a la marca. Los primeros años fueron precisamente de consolidación, de crear la red de concesionarios, de consolidar a la marca Renault que por entonces estaba dentro del Grupo. En ese tiempo ampliamos la red en cinco veces su tamaño y hoy tenemos más de 30 puntos de atención, y profesionales trabajado con talleres in situ en nuestros clientes. También duplicamos el parque rodante de la marca en los últimos cinco años. Además, en estos 20 años, pasamos de una penetración de ventas del 3,8% al 13 por ciento del mercado, un crecimiento muy importante. Nuestra estrategia es crecer de forma sustentable, gradualmente, para al mismo tiempo tener la infraestructura, porque si se colocan un montón de camiones en la calle, hace falta la estructura para darles servicio.
– Y para Suecia, en la casa la matriz, ¿qué relevancia tiene la filial argentina?
– Por empezar, la Argentina es el segundo mercado en importancia de América Latina. Siempre me gusta señalar que el mercado argentino, incluso en sus niveles más bajos de ventas, de 7.000 camiones por año, es más grande que Chile o Perú. Entonces, la importancia de la Argentina para Suecia es muy grande. Hoy estamos entre el puesto 20º y 30º entre 190 mercados donde Volvo está presente en el mundo.
– Desde tu óptica, ¿cuáles son los diferenciales y en qué se destaca Volvo Trucks & Buses como marca?
– Tenemos tres pilares muy claros en nuestro negocio: los camiones y buses 0 km, el servicio de postventa y la unidad de vehículos usados. Uno tiene que comprar un producto que después se pueda vender a un buen precio, y en los tres o cuatro últimos años vimos cómo ha crecido el valor de reventa de nuestros vehículos. De modo que diría que Volvo se destaca en los tres pilares: el producto, con su tecnología y eficiencia; el servicio de postventa, que mantiene al vehículo en su máxima disponibilidad; y el valor de reventa del usado, para cerrar ese círculo.
– El 20º aniversario llegó en un año complejo a nivel mundial por la situación de pandemia. ¿Cómo se adaptó Volvo a este escenario y qué cambios han implementado?
– En primer lugar, en mayo de 2020, en el inicio de la pandemia, se realizó un aporte de capital de 54 millones de dólares en la Argentina. Esa inversión nos permitirá mantenernos fuertes, porque tenemos una base financiera importante para invertir en más concesionarios y ofrecer financiación a los clientes. Por otro lado, aprovechamos el momento para comenzar a capacitar virtualmente a conductores, mecánicos, la fuerza de ventas, pero siempre sin perder el contacto con el cliente. Yo mismo mantengo charlas con nuestros clientes de forma regular. Tomamos cafés virtuales y nos mantenemos conectados. En Volvo nos diferenciamos mucho por esa cercanía con los clientes.
– Adriano, sos brasileño pero conocés a la perfección las características de la Argentina, que siempre alterna momentos de crecimiento con otros de crisis. ¿Cómo se ha adaptado Volvo en estos 20 años a todos estos vaivenes?
– La clave ha sido estar atentos a esos movimientos, a no desesperarse cuando el mercado cae, ni tomar una decisión de salir del mercado. Al final, todo pasa. Si pudiésemos dibujarlo, es como una ola que crece y baja, crece y baja, pero que siempre crece un poco más que la última crisis. Entonces, si analizamos períodos largos, encontramos una base sólida y fuerte. Tenemos un plan de largo plazo. Estamos trabajando desde 2014 en el desarrollo de proveedores locales. Hoy Volvo no tiene fabricación local, pero estamos desarrollando la cadena de proveedores para exportar a otras plantas de Volvo en el mundo.
– Si Volvo está desarrollando proveedores locales, ¿se piensa en la posibilidad de fabricar camiones en la Argentina?
– Sí, claro que sí. Pero no para hoy, sino para el futuro. Para hoy no porque Volvo tiene 19 plantas en el mundo diseñadas para sostener los 190 mercados donde participa. Pero en el futuro llegará el producto eléctrico y a gas, y habrá necesidad de un aumento de producción.
– Tal vez sea a muy largo plazo pensar en 20 años, pero para cerrar: ¿cómo imaginás las dos próximas décadas de Volvo Trucks & Buses en la Argentina?
– Es un punto muy fuerte que está sobre la mesa de conversaciones. En 2040, Volvo ya no tendrá ningún producto propulsado por energía fósil. A partir de entonces, serán todos vehículos eléctricos, a gas o con celdas de hidrógeno. Es algo que ya está firmado y estamos hablando de sólo 20 años. Van a pasar rápido… Y de las tres fuentes de propulsión que mencioné, nosotros miramos con más fuerza a la electricidad. Hoy está el Gas Natural Licuado (GNL), pero no existen los corredores de carga en la Argentina. Entonces, no vamos a traer un camión mientras el cliente no pueda utilizarlo. Nosotros vemos a los próximos 20 años con un profundo cambio de tecnología del combustible, que implicará capacidad a toda la red. Creo que pasaremos de tener mecánicos a tener electricistas, y es un cambio fuerte en todo concepto. Hoy, un camión tiene 22.000 repuestos en promedio, pero un camión eléctrico tiene sólo 6.000 piezas. El camión eléctrico no lleva aceite, no utiliza filtros. Por eso, en las dos próximas décadas, deberemos readaptar nuestra cadena al negocio que se viene. Pero al mismo tiempo, mantener nuestro crecimiento sustentable en ventas. En 20 años, en realidad en menos tiempo que ese, Volvo será líder en la Argentina. No tenemos duda de eso, porque ya somos líderes en Brasil, Chile y Perú. Ya estamos en el camino a liderar en el país, porque estamos invirtiendo y vamos a continuar adelante con las inversiones necesarias para desarrollar proveedores. Es un camino sin retorno…
