La ejecutiva francesa es la responsable de desarrollo de la marca Citroën para Sudamérica. Pero antes trabajó con camiones y hasta fue traductora de árabe.
Entrevista de Patricia Osuna Gutiérrez
Valere Lourme es francesa. Nació el 14 de septiembre de 1969 en Reims. “Es la ciudad capital del Champagne a nivel mundial, y es justamente mi bebida favorita”, destaca con su particular acento. Valere es bien conocida en la industria automotriz argentina porque antes de ingresar a la marca Citroën, se desempeñó también en el segmento de los vehículos Pesados, en Volvo Trucks. Su historia es particular: estudio árabe y se fue a trabajar a Marruecos como traductora, pero se llevó una sorpresa que ella misma relata a continuación… Entonces, cambió el rumbo de su carrera y apuntó hacia la industria automotriz, que hoy la encuentra en una posición desafiante. Es la responsable de desarrollo de la marca Citroën para Sudamérica, dentro del grupo Stellantis. Y una de las tantas mujeres que crece y se destaca en una industria tradicionalmente dominada por los hombres. La propia Valere, veremos luego también, cree que el rol de la mujer sigue siendo subestimado y que hubo pocos avances en los últimos años. De todo eso y mucho más, se trató la charla con CarsMagazine.com.ar…
– ¿Cómo arrancó tu carrera profesional?
– Estudié lingüística y traducción. Empecé a trabajar como traductora en Marruecos, donde descubrí que con mis cuatro años de árabe no entendía nada, y luego me fui a Quito, Ecuador, donde estuve un año. De ahí tuve varias otras experiencias hasta entrar en la petrolera ELF en Guadalajara, México, en 1995, donde hice un posgrado de comercio internacional en la Universidad de Monterrey. Me quedé más de 15 años en la empresa que luego pasó a llamarse TOTAL. Mi siguiente paso fue en Renault Trucks & Buses, que luego pasó a ser Volvo Group en 2010. Y lo que más me sorprendió allí fue la tecnología.
– En esa primera etapa en la industria automotriz, ¿qué desafíos tuviste que enfrentar y cómo los superaste?
– Estuve diez años en el Grupo Volvo en distintos puestos. El mayor desafío fue probablemente armar una nueva red de concesionarios cuando se realizó la fusión entre Renault Trucks y Volvo Trucks. Teníamos dos redes espejo y tuve que armar una sola, porque yo estaba a cargo de Desarrollo de Red en esa época. Debí realizar un estudio completo para determinar dónde y cómo sería la red idónea, y luego identificar los mejores concesionarios de las dos redes para seguir adelante. Para superarlo necesité ser resiliente, respetuosa, paciente, firme, y enfrentar también algunas negociaciones ásperas.
– En ese momento, ¿cómo era la participación de la mujer en la industria automotriz?
– No estoy segura de que podamos usar el tiempo en pasado para hablar de la posición de la mujer en la industria, porque evolucionó tan poco en los diez últimos años que la situación sigue siendo casi la misma. Hay algunas buenas noticias, pero justamente siguen siendo noticias porque todavía la brecha es grande en términos de representatividad de las mujeres en la industria automotriz.
– De los camiones pasaste a los autos: ¿cómo fue ese cambio y tu llegada a Citroën?
– Fue un cambio importante, primero porque el sector de los vehículos livianos es mucho más intenso; y segundo porque pasé a manejar también precio y producto, dos temas que no manejaba anteriormente. Por suerte, pude contar con un gran equipo y pares muy generosos que me permitieron asimilar rápidamente estos nuevos conceptos.
– ¿Cómo se conforma tu equipo de trabajo y cuál es puntualmente tu rol allí?
– La forma de trabajar en Stellantis es totalmente distinta a la que teníamos en ex PSA. Me apoyo en muchas otras áreas para alcanzar los objetivos de la marca Citroën. Es un verdadero trabajo en equipo y debo asegurar una buena coordinación y un buen alineamiento para avanzar de forma ágil y eficiente. Nuestro rol en Citroën Brand es garantizar el crecimiento sustentable de la marca en Sudamérica en términos de imagen, market share y rentabilidad. Me encargo sobre todo de estrategia y de imagen. Nuestra meta es alcanzar un 4% de market share en la región a finales de 2024 con una imagen de marca consolidada en todos los mercados. Para alcanzar esta meta hemos lanzado un plan que se llama Citroën 4 All y que hemos presentado el año pasado. Son cuatro años, cuatro pilares, para alcanzar este 4% de share. Tendremos varios lanzamientos importantes que nos permitirán competir en segmentos de volumen…
– ¿Cómo se trabaja en Citroën en cuanto a la igualdad de género?
– Dentro del grupo Stellantis hay un plan estratégico llamado Dare Forward que implica el compromiso de llegar al 35% de mujeres en posiciones de liderazgo en 2030. También se creó WOS – Women of Stellantis, un proyecto global cuyo trabajo se sustenta sobre cinco pilares: Cultura global, Carreras, Business, Comunidad y Comunicación. Mi colega Soledad Bereciartua de Citroën Argentina, quien siempre estuvo muy involucrada en estos temas, es parte de WOS y está a cargo de Comunicación en el grupo de la Argentina. Y yo estoy a cargo de Benchmark y Partnerships en el pilar de Cultura Global. Es fundamental ejercer un rol activo en pos de incrementar la cantidad, el rol y la visibilidad de las mujeres. Según un estudio de McKinsey, el 50% de los hombres creen que las mujeres están representadas adecuadamente en los roles de liderazgo cuando su proporción es una en diez. Es vital cambiar las mentalidades y la cultura.
– Ser mujer, ¿influyó en algo de tu desarrollo profesional en esta industria?
– Ser mujer claramente influyó porque aportó diversidad al grupo directivo y esta diversidad es fundamental para lograr mejores resultados. Creo que siempre me caractericé por pensar en los resultados colectivos, en el éxito del área, de la empresa y no en el mío propio. Me encanta armar equipos de alto rendimiento y lograr que hasta proveedores externos como agencias se comprometan con energía y pasión a los objetivos que nos fijamos. Me gusta armar equipos diversos donde la combinación de los talentos sea estratégica para alcanzar y superar metas.
– ¿Cómo se conforma tu familia y de qué manera te acompaña en tu progreso profesional?
– Tengo dos hijas, Maia de 16 años y Lola de 14. Ambas suelen decirme de ¡levantar un poco el pie con el trabajo! Son muy buenas compañeras y yo aprendo bastante de ellas, también en cuanto a nuevas tendencias. En mi tiempo libre, me encanta viajar, disfruto mucho de las artes plásticas y suelo visitar galerías, talleres y museos, tomo clases de percusión africana una vez por semana, organizo programas con mis hijas y paso bastante tiempo también con mis amigos, con quienes me junto por lo menos dos o tres veces por semana.
– Volviendo a los autos, ¿qué vehículo manejás hoy? ¿Hay algún modelo que te haya quitado el sueño?
– Hoy tengo la suerte de manejar un C5 Aircross y me encanta porque se adapta perfectamente a mi estilo de vida. Es muy confortable y amplio para viajar o hacer los pools al colegio o a futbol. Sinceramente, no hay ningún auto que me “quite el sueño”, salvo ¡el que estamos por lanzar!
– Para finalizar, ¿qué te enseñó la industria automotriz?
– A buscar reinventarse y aprender todos los días, dado que es un rubro altamente competitivo. No hay tiempo para quedarse quieto, uno debe demostrar agilidad, pensar y actuar rápida y asertivamente.