El domingo se disputó en el autódromo de La Plata el esperado “Desafío del Año”, en el que Juan María Traverso, a pesar de exprimir su BMW M5, no pudo acercarse al tiempo de clasificación del Turismo Carretera. Habrá revancha.
En el M5 se puede seleccionar la respuesta del motor y la dureza de las supensiones.
Cuando a mitad de año Juan María Traverso aseguró que a un TC se le podía ganar con un deportivo de serie, desde la categoría no dudaron en concretar el duelo. Así empezó el “Desafío del Año”. El Flaco, con un BMW M5 de 507 caballos de potencia (motor V10 de 5 litros), tenía que mejorar el tiempo más rápido de la clasificación en la carrera disputada el último fin de semana, en el autódromo Roberto Mouras de La Plata.
El primer entrenamiento de Traverso fue el sábado, pero sobre piso mojado. El domingo, antes de que comenzara la final del TC, el multicampeón nacional dispuso de cuatro vueltas para intentar batir la marca de que José María López había clavado en 1m29s128. En el primer giro, Traverso tuvo que corregir su marcha para no terminar en el pasto. Luego, si bien giró cada vez más rápido, no pudo batir al TC: 1m45s292 (+16,801).
Terminada la prueba, el piloto se excusó por no haber podido desconectar el control de tracción: “Tengo bronca porque no lo pude desactivar. Cada vez que el auto tendía a patinar un poco se me paraba el motor“. También se quejó de los neumáticos de calle porque “hacen una diferencia muy grande”.
En la próxima carrera de Turismo Carretera, el 20 de diciembre en Buenos Aires, habrá revancha. Al menos, el Desafío del Año sirvió para que un ídolo como Traverso quizá vuelva al TC en 2010. No es poco.