Ssangyong aconseja: qué revisar en el auto antes de las vacaciones

Desde la marca coreana, que comercializa en la Argentina el modelo Actyon y planea lanzar otros productos durante 2012, publicaron una serie de consejos a tener en cuenta previos a emprender el viaje más esperado del año. A tomar nota…

Todo el año se espera con ansiedad el período vacacional para poder descansar, reponer energías y compartir gratos momentos en familia. Pero para disfrutar a pleno, antes de salir a la ruta es conveniente verificar el estado del automóvil y tomar algunos recaudos en la conducción. Aquí, una lista de lo que no puede dejarse de chequear.

MOTOR
Antes que nada es necesario levantar el capot y controlar el motor, especialmente el nivel de los diferentes fluidos. El líquido de frenos debe cambiarse cada 2 años o 20.000 kilómetros. Al aceite, por su parte, hay que reemplazarlo entre los 8.000 y 10.000 kilómetros, dependiendo de las especificaciones del fabricante, o al menos una vez al año. Tampoco se olvide del fluido de la dirección hidráulica, del líquido refrigerante y del agua del depósito. Además, conviene verificar el estado de las diferentes correas y mangueras, comprobando que no se encuentren resecas.

NEUMÁTICOS
El chequeo de estos elementos resulta fundamental para la seguridad, ya que los neumáticos son el punto de contacto del vehículo con el suelo. Por eso, primero compruebe si el dibujo presenta la profundidad suficiente (1,6 mm) para que, de esta manera, se agarre a diferentes superficies. También recuerde verificar el estado de las gomas comprobando que no esté cortada ni cuarteada. En cuanto a la presión, se recomienda colocar la que indica el fabricante de su automóvil. No se olvide de verificar también la rueda de auxilio.

El control de los neumáticos no termina allí, pues debe ir acompañado de la alineación y el balanceo. Asista a un taller especializado para este control. Allí también podrá chequear la suspensión. Esto es importante para maniobrar correctamente, cuidar el desgaste de los neumáticos, para la estabilidad de los frenos y lograr un desplazamiento suave.

LUCES
El sentido de la vista es el que más actúa en la conducción. En consecuencia, la iluminación debe encontrarse en perfectas condiciones, tanto para el conductor del vehículo como para los otros actores de tránsito que interactúan con él. Chequee que no haya ninguna lámpara quemada (en ese caso debe ser sustituida) y efectúe un análisis del funcionamiento de las luces altas, bajas, direccionales, de posición y la baliza. Es recomendable limpiarlas en forma permanente durante el viaje, especialmente en zonas de arena y tierra.

ELEMENTOS DE SEGURIDAD
Compruebe que todos los cinturones de seguridad funcionen y que ninguno está trabado. Está demostrado estadísticamente que son los elementos de seguridad que mayor protección ofrecen en caso de accidente. Además, están asociados directamente a la eficacia del airbag.

Asegúrese que los limpiaparabrisas tengan un buen funcionamiento y revise el estado de las escobillas (deben cambiarse en un período de entre 8 meses y 1 año).

La ley nacional de tránsito exige un juego de dos balizas reflectivas triangulares de color rojo y un extintor de un kilogramo para los automóviles, que debe estar al alcance del conductor de ser necesario, sujeto a un soporte metálico. Su contenido debe ser recargado una vez por año y la aguja del manómetro situada siempre en la zona verde.

Existen elementos que no están contemplados por ninguna ley pero que pueden ser muy útiles para la protección, como el chaleco reflectivo (para utilizar en caso de detención) y el botiquín de primeros auxilios.

EQUIPAJE
Acomodar las valijas y otros elementos en el baúl muchas veces se convierte en una pesadilla. La realidad es que hay que ubicar la carga de manera correcta y equitativa. Los elementos más pesados tienen que estar lo más cerca posible del respaldo trasero y del piso. De esta manera, no alterará el centro de gravedad del auto. Una alternativa, si el volumen del baúl no le alcanza, es utilizar el portaequipajes, que debe estar cerrado para no tener complicaciones ante frenadas bruscas o maniobras imprevistas.