Cuáles serán las condiciones del mercado para quienes quieran renovar. En la Argentina, “año nuevo, auto nuevo” es un objetivo cada vez más difícil de cumplir.
Por Redacción – CarsMagazine.com.ar
Siempre que termina un año nos preguntamos qué pasará en el siguiente. Y hacer grandes pronósticos en la Argentina, con una economía tan golpeada y en un año que estará atravesado por las elecciones presidenciales, es riesgoso. Sin embargo, hay determinados signos que nos permiten tener cierto panorama.
¿Será conveniente cambiar el auto en 2023? ¿Estarán dadas las condiciones en el mercado? ¿Habrá facilidades o costará conseguir unidades a buen precio? ¿Convendrá esperar al cambio de Gobierno, si hubiera?, son algunas de las preguntas que llegan a los canales de comunicación de CarsMagazine.com.ar.
Si bien conoceremos las respuestas con el correr de 2023, todo el sector coincide con que no habrá grandes cambios en relación con lo que se vive hoy. ¿Y qué se vive hoy? Un fuerte desabastecimiento de autos importados, lo que produce una demanda superior a la oferta y, por ende, importantes sobreprecios.
El mercado automotor está totalmente distorsionado. La mayoría de los compradores se llevan a sus casas lo que consiguen, no lo que quieren. “Hay que adaptarse a la oferta”, dicen los concesionarios, lo que en criollo significa “comprá lo que tenemos o no vas a poder comprar nada”.
En este contexto, ganaron mucho protagonismo en las ventas los autos argentinos. Al producirse en el país, cuentan con mucho más stock para abastecer la demanda. Y por eso siete de los diez modelos más patentados son de producción nacional. El caso Fiat Cronos, líder total del mercado, es un ejemplo claro.
Una anécdota que pinta de punta a punta la situación del mercado actual: un miembro de este sitio llamó horas atrás a uno de los concesionarios más grandes del país para preguntar por un popular modelo brasileño. Resulta que tienen una sola unidad en toda la red, con un sobreprecio del 80 por ciento. Y no sólo eso: para comprarla hay que entregar sí o sí un auto usado, ya que el concesionario no quiere quedarse sin unidades para vender ante la incertidumbre de la reposición de stock. Sí, para comprar un 0 km te obligan a entregar un usado. Insólito, ¿no?
Sin expectativas de que el Gobierno de la Nación destrabe la importación, no sería descabellado imaginar que en 2023 seguirá habiendo desabastecimiento, demoras en las entregas y fuertes sobreprecios sobre los valores de lista. Y esto, a su vez, dispara el precio de los autos usados, que están prácticamente a la par de los 0 km.
A grandes rasgos, podríamos concluir en que, para quienes no tengan inconvenientes en elegir algún vehículo de producción nacional, 2023 puede ser un buen año. Para quienes busquen sí o sí un importado y estén ajustados de bolsillo, tal vez convenga esperar a que se libere (aunque sea un poco) la importación en 2024, aumente el volumen de autos y bajen los sobreprecios.
Por último: si un momento es bueno o malo para realizar la compra de un auto (o de cualquier bien) depende exclusivamente de quien la hace y su propia economía, más allá de lo que ocurra en el mercado general.