La marca española que pertenece al grupo Volkswagen obtuvo por segundo año consecutivo el título de pilotos y constructores en el World Touring Car Championship (WTCC), con el León turbodiesel y el italiano veterano Gabriele Tarquini.
El Seat León TDI se impuso ante sus rivales a pesar de la limitación reglamentaria.
La temporada 2009 no fue nada fácil para los León de Seat, porque un cambio reglamentario -tras arrasar en 2008- limitó la potencia de los motores diesel al disminuir la presión del turbocompresor. Sin embargo, ni BMW con su 320si ni Chevrolet con el Cruze pudieron contra el Seat Sport, que no sólo se quedó con los trofeos de pilotos y constructores, sino que también obtuvo el título de pilotos independientes junto a Tom Coronel y un León TDI semi-oficial.
Tarquini e Yvan Muller, luego de pasar ambos por el hospital luego de un accidente en clasificación que además destruyó sus autos, liquidaron el título en la primera carrera del domingo: Tarquini terminó segundo y Muller quinto. La segunda prueba sirvió para definir cuál de los dos sería el campeón: a pesar de la victoria de Augusto Farfus con el BMW 320si, Tarquini se llevó la corona con una quinta posición.
“El triunfo en dos mundiales por segundo año consecutivo es el premio a una temporada fantástica. Tras el doblete del año pasado, queríamos conseguir al menos uno de los títulos de este año y hemos ganado los dos. Ha sido un resultado extraordinario“, dijo Jaime Puig, director de SEAT Sport.
El italiano Tarquini, con 47 años, se convirtió en el campeón más veterano de torneos mundiales, superando incluso a nuestro Juan Manuel Fangio, que ganó su quinto título de F.1 a los 46, en 1957. “Es algo extraordinario conseguir el título después de tantos años de carrera deportiva. Empecé el fin de semana con problemas, pero pude recuperarme y el trabajo extraordinario de mis mecánicos me permitió disputar en condiciones una carrera que representaba una oportunidad única que no podía desaprovechar“, confesó el piloto.