Retoca la línea de diseño exterior actual. Y renueva la gama mecánica, modifica por completo el interior y agrega asistencias a la conducción.
Ford presentó la nueva generación del Fiesta, que estará a la venta en Europa desde el segundo semestre de 2017 sin tener todavía confirmada su producción a nivel regional (y su consecuente lanzamiento en Argentina). Respecto del modelo actual, cambia el diseño, renueva la gama mecánica y agrega tecnología y seguridad. También suma una versión “aventurera” (Active) y una “premium” (Vignale).
A nivel visual, mantiene las líneas frontales de su antecesor, pero exhibe retoques en la parrilla, las luces, los faros antiniebla, el paragolpes y el capot. También renueva el diseño de las llantas de aleación, ofrece techo de color negro y modifica la terminación de los vidrios laterales traseros, ahora más “en punta”.
El rediseño del sector posterior es notorio: las ópticas dejaron atrás el formato vertical y adoptaron uno horizontal y más estilizado, aunque siguen bien diferenciadas de las que ofrece el Focus Hatchback. Además, se observan cambios en el formato de la luneta, el portón del baúl, el paragolpes y el spoiler.
En el interior, la renovación es prácticamente total. Sobre todo en la consola central, donde adopta una pantalla táctil de hasta ocho pulgadas con la tercera generación del sistema de infoentretenimento Sync de Ford. Con la eliminación de varios comandos (ahora disponibles en la pantalla), da la sensación de tener una plancha de abordo menos “abrumadora”.
El volante, las butacas, los paneles internos de las puertas, el túnel de la transmisión y el instrumental son otros de los elementos que se renovaron. La marca del óvalo asegura que la nueva generación dará un salto en cuanto a la calidad de sus materiales y terminaciones.
Los clientes del Nuevo Fiesta tendrán a disposición una serie de sistemas de asistencia a la conducción (serán quince en las versiones tope de gama), como detector de objetos a 130 metros de distancia, frenado automático sin intervención del conductor, asistente de mantenimiento de carril, sensor de ángulo ciego, aviso de tráfico cruzado y Active Park Assist.
Ford no reveló la gama mecánica completa. Hasta el momento, se confirmó que en Europa contará con un motor naftero 1.0 litros EcoBoost de entre 100 y 140 CV. Será el primer motor tricilíndrico de la historia en contar con el sistema de desactivación del cilindro número 2, un proceso que se completa en apenas 14 milisegundos. Para tener una idea, la marca del óvalo dijo que se activa y desactiva veinte veces más rápido de lo que una persona tarda en pestañear.
Por otra parte, se estima que el hatchback ofrecerá versiones nafteras 1.2 litros de cuatro cilindros con potencias de entre 65 y 85 CV, y 1.6 litros EcoBoost de 210 CV para la opción deportiva ST. También habría un diésel 1.5 litros de cuatro cilindros, que desarrollará entre 75 y 95 CV.
En general es una evolución positiva, a excepción de la ubicación de las salidas de ventilación centrales, bien abajo, contra toda lógica. Es como poner un split a 1 metro de altura. Sigue siendo un auto pensado solo para las plazas delanteras, y eso se ve claramente en la cintura elevada y el techo en caida, lo cual hace que las ventanillas traseras se achiquen demasiado. En ese aspecto otros rivales europeos (VW Polo por ej.) están mejor logrados. Saludos.
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