Sin confirmación oficial, lo aseguró un medio de Brasil, donde se produciría para toda la región con el restyling de la pickup y motores turbo, nafta y diésel.
Cuando parecía que el proyecto de desarrollo había quedado atrás, vuelve a resurgir: Fiat estaría trabajando en una nueva fase de la concepción de la Toro SUV para fabricarla en Brasil desde 2022 y ponerla a la venta en distintos mercados de la región. El argentino sería uno de ellos, indudablemente, si es que el modelo avanza.
La Fiat Toro SUV, vehículo del cual no se conoce el nombre comercial con el cual se venderá en los concesionarios, fue confirmada por el medio brasileño Autos Segredos. Allí, aseguran que la marca italiana tendrá una opción SUV derivada de su pickup pernambucana y que llegará en 2022. Oficialmente, sin embargo, no hubo ningún tipo de anuncio o pista.
“Autos Segredos constató que Fiat-Chrysler Automobiles descongeló varios proyectos guardados en sus cajones y el modelo derivado de la Toro es uno de ellos”, asegura el portal especializado del país vecino, al mismo tiempo que revela ya la existencia de prototipos de pruebas en test internos en la fábrica de Goiana.
Si bien no se conocen imágenes oficiales del futuro todoterreno basado en la pickup (las fotos que ilustran esta nota son proyecciones de Autos Segredos publicadas meses atrás), todo parece indicar que se lanzará directamente con el rediseño que tendrá la Toro en 2021 (ver aquí), a partir del cual adoptará el nuevo lenguaje de diseño frontal de la marca, ya visto en la parrilla de la nueva Strada (ver aquí). Es el mismo que tendrán también los próximos Argo y Cronos (ver aquí).
Hay dos motorizaciones que toman la posta como las candidatas principales a mover el SUV. La primera es la ya conocida turbo-diésel 2.0 litros de 170 CV, con caja automática de nueve velocidades (es el mismo que ofrece hoy por hoy la pickup). La segunda, la turbo-naftera 1.3 litros de cuatro cilindros y 180 CV que el Grupo FCA comenzará a fabricar en el país vecino a partir de 2021.
El 1.3 en cuestión pertenece a la nueva gama mecánica GSE (por Global Small Engine), presentada por el consorcio ítalo-americano en 2018. Cuenta con inyección directa con una presión de combustible de 200 bar, colector de escape integrado en la culata y cuatro válvulas por cilindro, y control de apertura y cierre variable.
En la gama de Fiat, la Toro SUV se posicionará por encima del crossover que está siendo desarrollado sobre la plataforma MP1 del Argo y con inspiración estética en el Fastback Concept (ver aquí) a fin de competir principalmente contra el Volkswagen Nivus.
A la hora de ubicarla entre el resto del mercado, es difícil encontrar rivales directos para la Toro SUV, dado que no hay muchos SUV derivados de pickups en el país. Están la Toyota SW4 (deriva de la Hilux) y la Chevrolet Trailblazer (de la S10), pero pertenecen a un segmento superior. Por ende, lo más cercano a su competencia podría ser un SUV compacto, como el Jeep Renegade (con éste compartirá plataforma), el Renault Captur (comparte la base del Duster, que a su vez sirvió de sostén para la Duster Oroch, rival de la Toro), el Volkswagen T-Cross y la Ford EcoSport, entre otros.
