La versión familiar del “Cinquecento” ofrece una interesante relación precio-producto. Lo probamos a fondo para descubrir sus puntos destacables y mejorables.
Por Martín Egozcue
martin.egozcue@carsmagazine.com.ar
Si buscabas una prueba a fondo del Fiat 500L en Argentina, llegaste al lugar indicado.
En primer lugar te proponemos ver un video introductorio sobre la variante familiar del “Cinquecento” contemporáneo. Allí te contaremos cuáles son los aspectos más importantes que tenés que conocer del producto.
La versión que evaluamos en CarsMagazine.com.ar fue la 1.4 Pop Start, la única disponible por el momento en el mercado local. El precio del 500L al momento de esta publicación era de $ 222.500, el mismo valor que Fiat anunció cuando se lanzó el modelo en Argentina, en junio pasado.
Como siempre, luego del video introductorio analizaremos al producto a fondo para identificar sus puntos destacables y mejorables. Además, te ofreceremos el cuadro de prestaciones y consumos medidos por CarsMagazine.com.ar.
En consecuencia, a continuación encontrarás todo lo que tenés que saber del Fiat 500L en Argentina…
[youtube]http://youtu.be/9NkIs4bvHuc[/youtube]
Para destacar
- Relación precio-producto
- Dotación de seguridad
- Habitabilidad y modularidad
- Consumos contenidos
- Distancias de frenado
- Desempeño en ciudad
- Diseño exterior e interior
Para mejorar
- Prestaciones modestas
- Sin navegador satelital
- Lectura del instrumental
- Auxilio de uso temporal
PRESTACIONES (*)
Velocidad máxima: 164 km/h (en 5ª a 5.200 rpm).
Aceleración 0-100 km/h: 15,2 segundos.
Frenada 100-0 km/h: 37,5 metros.
Recuperación 80-120 km/h en 4ª: 15,7 segundos.
Recuperación 80-120 km/h en 5ª: 25,2 segundos.
Recuperación 80-120 km/h en 6ª: 36,3 segundos.
Error de velocímetro: a 100 km/h, la velocidad real es 94 km/h (6%).
(*) Mediciones de CarsMagazine.com.ar con instrumental GtechPro.
CONSUMOS (*)
A 100 km/h: 5,9 litros/100 km. Régimen: 6ª a 2.700 rpm. Autonomía: 847 km.
A 130 km/h: 8,2 litros/100 km. Régimen: 6ª a 3.500 rpm. Autonomía: 609 km.
Ciclo urbano: 8,4 litros cada 100 km. Autonomía: 595 km.
Combustible: Grado 2 o Grado 3, según indicación del fabricante.
Tanque: 50 litros.
(*) Mediciones a velocidades reales con instrumental GtechPro.
POR FUERA
El 500L propone una silueta ampliada en tamaño respecto del “Cinquecento” tradicional. Fabricado en Servia, en la planta de Fiat en Kragujevac, parte de una plataforma distinta a la de aquél, en este caso de origen conjunto entre la marca italiana y General Motors. Denominada “Small Platform” y concebida en 2005, dicha plataforma dio origen a distintos modelos de ambas compañías. El Qubo y el Dobló, otros dos de espíritu familiar, son algunos de los que llegaron a nuestro país.
Desde Fiat describen al 500L como un modelo que “escapa a la segmentación convencional”. Así, sostienen que combina la habitabilidad de un monovolumen, la presencia de un pequeño SUV y las características de un auto “compacto, eficiente y funcional”. Desde CarsMagazine.com.ar le damos la derecha a la definición, ya que creemos que el 500L –la L se refiere a Lounge o Large, como indicador de espacio o tamaño– cumple fielmente con todas esas afirmaciones.
Con cinco puertas y cinco plazas, el 500L presenta una silueta de 4,15 metros de largo, lo que implica 60 cm más el “Cinquecento” convencional. Desde luego, también es más amplio entre ejes: con 31 cm adicionales llega hasta 2,61 metros. El 500L acusa 1,78 m de ancho y 1,68 m de alto. Y contra lo que puede suponerse, su coeficiente aerodinámico no es malo para una silueta tipo monovolumen, con 0,30 Cx.
Diseñado en el Centro Stile Fiat de Italia, el 500L exhibe una imagen que combina cierto aire retro con toques de modernidad, y que ante todo –creemos y lo comprobamos en la reacción del público– expresa simpatía. Entrando en detalles puntuales, la parte frontal remite claramente al pequeño “Cinquecento”, donde se destacan las ópticas dobles (luces altas y bajas independientes) y los faros antiniebla (con función “cornering”, donde el foco interno se enciende en las curvas). Además, presenta luces diurnas permanentes desde las ópticas más pequeñas.
En el lateral se destacan las llantas de aleación en diseño bitono, de 17 pulgadas, con neumáticos Continental en medida 225/45 R17 (la rueda de auxilio –y aquí va la primera crítica– es temporal). El doble parante delantero (pilar A), los espejos en el mismo color del techo y las baguetas cromadas en las puertas son los aspectos más atractivos. Finalmente, en la parte trasera sobresalen las ópticas de innegable estilo retro, con marco cromado incluido, y el amplio portón con el “500L” como protagonista central.
En Argentina, el 500L se ofrece en cuatro alternativas de colores (blanco, rojo, gris y el marrón oscuro de la unidad que probamos), y además propone tres alternativas de combinación, con techo negro o blanco, como parte de un paquete opcional.
POR DENTRO
En el interior, el 500L presenta un apropiado nivel de calidad, tanto en sus materiales como en los encastres. No abunda el lujo y son todas superficies rígidas y económicas, pero se aprecia el esmero en la terminación y los ensambles, tanto a la vista como al tacto, cuando se operan los distintos comandos. Con esto, el 500L supera fácilmente a cualquier competidor de segmento compacto fabricado en el Mercosur.
En el 500L hay soluciones originales que rompen con los esquemas habituales. Algunos de los aspectos más atractivos son el diseño bicolor de los tapizados y los formatos del volante y el freno de mano, este último tipo avión. Además, parte de la plancha de abordo y los paneles de puertas presentan el mismo color de la carrocería.
El instrumental, si bien es completo, no nos terminó de convencer en cuanto a su practicidad de lectura. Por un lado, se destaca al incluir medidor de temperatura de agua, al margen de velocímetro, cuentavueltas y nivel de combustible. La computadora de abordo es completa y permite mediciones paralelas, con “trip A” y “trip B”. Pero la lectura del velocímetro y el cuentavueltas es algo confusa, con un diseño que muestra el detalle mayor en la parte interna del cuadrante y que además, en el velocímetro muestra los números impares (por las velocidades máximas de Europa).
La posición de manejo es parecida a la de un SUV, sobre todo si se aprovecha la amplia regulación en altura de la butaca. El volante se regula en altura y profundidad, se dispone de un generoso apoyapie y todo queda al alcance de la mano. Incluso también hay un apoyabrazos delantero y regulación lumbar eléctrica para conductor y acompañante. El punto mejorable aquí es la sujeción lateral, muy pobre en ambas plazas delanteras.
La visibilidad es un aspecto bien logrado. Si bien a alguno le podría generar molestia el doble parante delantero (pilar A), al mismo tiempo eso amplía el campo visual en 3/4 hacia adelante. Los espejos son de buen tamaño y la luneta, de superficie aceptable. Sin bien no influye en la conducción, el amplio techo panorámico de 1,5 m2, que abarca todo el habitáculo, genera una sensación de amplitud muy agradable. La luminosidad está también asegurada. Nuestra duda es qué ocurrirá en verano, con temperaturas de 40 grados, ya que la delgada cortina traslúcida que cubre el techo (se opera con comando eléctrico “one touch”) difícilmente logre disipar el calor más allá del filtro propio vidrio.
La habitabilidad es, definitivamente, uno de los puntos más fuertes del 500L. Las plazas traseras son realmente amplias, con buen espacio para las piernas y en altura para la cabeza. El piso casi plano le hará la vida más fácil al ocasional quinto pasajero, que así podrá acomodarse más fácil. A todo esto, los respaldos traseros pueden reclinarse para obtener una posición más cómoda en viajes largos. Como en todo buen auto familiar, abundan los espacios portaobjetos y los posavasos. Se destacan la doble guantera (la superior, refrigerada) y los originales guardaobjetos en los respaldos de las butacas delanteras.
El baúl también está aprobado a nuestro juicio. Si bien en su configuración estándar ofrece 343 litros, lo que puede parecer poco, el espacio está muy bien aprovechado y es fácil ampliarlo gracias a que los asientos traseros también pueden desplazarse longitudinalmente, hasta 12 cm. Así, el volumen crece hasta 400 litros. De ser necesario, pueden rebatirse los respaldos en proporción 40/60, y si con eso no alcanza, el asiento entero (cojín incluido) se pliega mediante un práctico sistema con amortiguador telescópico, sin necesidad de esfuerzo (el volumen llega así a 1.310 litros). ¿Todavía hay más cosas para cargar? En ese caso, el asiento del acompañante permite rebatir su respaldo y así colocar objetos bien largos.
Pero eso no es todo… El baúl también presenta lo que Fiat denomina “Magic Cargo Space”, que consiste en la posibilidad de dividir el espacio en hasta tres niveles, de modo de organizar la carga según la necesidad, evitando por ejemplo que objetos frágiles entren en contacto con otros más rústicos. En el baúl hay un par de pequeños y prácticos portaobjetos, además de luz interior y una toma de 12 volts. Por último, la apertura del portón no demanda gran esfuerzo y para cerrarlo incluye una práctica manija.
AL VOLANTE
En Argentina y al menos por el momento, el 500L propone una única opción de motorización. Se trata del impulsor naftero Fire de 1.4 litros, 4 cilindros, 16 válvulas y transmisión por correa dentada, que con inyección electrónica multipunto entrega 95 caballos a 6.000 rpm. A su vez, el torque máximo, de 127 Nm, se obtiene desde las 4.500 rpm (según la ficha técnica), pero en la práctica se “siente” recién a las 5.000 vueltas.
Con estas cifras se entiende la razón de las prestaciones modestas. Para movilizarse en la ciudad no habrá mayores problemas. Pero en la ruta se percibe claramente la falta de reacción, sobre todo en instancias de sobrepasos. Por ejemplo, para recuperar de 80 a 120 km/h nuestra medición fue de casi 16 segundos, en 4ª marcha. El ensayo de recuperación lo realizamos con dos personas a bordo, sin equipaje y sin aire acondicionado. Con cinco pasajeros, el baúl cargado, el aire encendido y tal vez, viento en contra, superar un camión en la ruta podría convertirse casi en una odisea. Y ni hablar de intentarlo en 5ª o 6ª marcha…
En este contexto tampoco sorprende que la aceleración de “0 a 100” demande más de 15 segundos y que la velocidad máxima sea discreta, en torno a 165 km/h (este último registro no debería preocupar a nadie y más aún, si se está viajando en familia). Por el contrario, a la hora de frenar nuestras mediciones resultaron muy favorables, con 37,5 metros para el “100 a 0” y posteriores distancias que apenas se incrementaron tras varios intentos adicionales. El 500L tiene frenos a disco en las cuatro ruedas.
Es oportuno señalar que en Europa, el 500L se ofrece, entre otras opciones, con un motor naftero 1.4 T-Jet turbo de 120 caballos y 215 Nm, una alternativa que en los papeles resulta mucho más atractiva para quien busque prestaciones más elevadas. Durante el lanzamiento del 500L en el Hotel Sofitel de Cardales, desde Fiat Auto Argentina no descartaron “otras evoluciones de la oferta y la gama a futuro”. ¿Será factible un 500L más potente en Argentina?
En contrapartida a lo expuesto, el motor Fire 1.4, cumplidor de la norma anticontaminación Euro 6 (siempre que se utilice combustible Grado 3), resulta muy eficiente en términos de consumo. En ámbito urbano resuelve el centenar de kilómetros con unos 8 litros. Y en ruta, a 100 km/h constantes (2.700 rpm en 6ª marcha), apenas demanda 6 litros cada 100 kilómetros, lo que implicaría una autonomía ideal superior a 800 kilómetros. Atento al cuidado del medioambiente, el 500L propone una aplicación denominada eco:Drive, que brinda consejos de conducción para economizar combustible y reducir las emisiones contaminantes.
El 500L está equipado con dirección eléctrica y además, incluye un modo de funcionamiento denominado “City”, que torna aún más blanda la dirección en maniobras de estacionamiento y urbanas hasta 30 km/h (la diferencia cuando se activa es realmente notable). A partir de allí, el tacto se endurece progresivamente conforme la velocidad que desarrolle el vehículo.
Al salir a la ruta, el desempeño dinámico es correcto, hasta mejor del esperado. No presenta excesivas inclinaciones en curvas (considerando su perfil familiar) ni dudas al momento de la tracción (delantera). La insonorización está bien lograda, incluso a velocidades elevadas. Al volver a la ciudad, el confort de marcha también sorprende considerando que los neumáticos son de bajo perfil (45). Lo que le faltaría es una protección en la parte baja del motor, que queda expuesta a golpes en lomos o cunetas.
EQUIPAMIENTO
El 500L garantiza un elevado nivel de seguridad, un aspecto muy apreciado en la utilización familiar que propone el producto. Por empezar, se trata de un vehículo que en ensayos de choque fue calificado con 5 estrellas por el EuroNCAP en 2012 y premiado con el Top Safety Pick en los Estados Unidos en 2013. A eso, el 500L agrega, como dotación de serie, seis airbags (frontales, laterales y de cortina), frenos ABS con distribución electrónica y los mencionados discos en las 4 ruedas; controles de estabilidad (ESP) y tracción (ASR), anclajes Isofix para sujeción de sillas de niños y asistente de partida en pendiente.
Pero no termina allí… El 500L, también de serie, incluye dos sistemas que suman a la seguridad activa. Uno de ellos es el denominado “Driving Steering Torque”, que actúa en conjunto con el ESP aplicando fuerza sobre el volante para ayudar al conductor en maniobras de emergencia, a fin de estabilizar el vehículo. El otro sistema, que en este caso se incluye como opcional, es el “City Brake Control”, un freno automático que, mediante sensores, evita colisiones en el tránsito urbano (o minimiza las consecuencias) siempre a velocidades de hasta 30 km/h. El pack que incluye el “City Brake Control” junto al techo panorámico y la pintura bitono tiene un valor de $ 10.800.
En confort y tecnología, lo más destacado es la pantalla táctil de 5 pulgadas desde la cual se opera el sistema de audio, que incluye radio, CD-MP3, puerto USB, entrada Auxiliar y conectividad Bluetooth, con la posibilidad de darle órdenes por voz (por ejemplo, para seleccionar una emisora de radio o controlar el teléfono). También sobresalen el climatizador bizona, el control de velocidad crucero, el sensor de estacionamiento, el espejo de oscurecimiento automático y el pack eléctrico completo, entre otros.
Así como no se registran faltantes de relevancia en la dotación de seguridad, sí hay uno notorio en confort y tecnología, como el navegador satelital, un dispositivo que ya se incluye en modelos de menor valor en el mercado argentino, incluso en vehículos de producción regional. Éste es, sin duda, el gran faltante del 500L.
CONCLUSIÓN
Para quien busque un vehículo compacto y familiar con elevado nivel de seguridad –nos referimos a estándares europeos–, el Fiat 500L propone una relación precio-producto realmente atractiva, considerando además que se trata de un vehículo de origen extrazona sobre el que recae un arancel de importación del 35 por ciento.
El rival más cercano que se le podría encontrar al 500L en Argentina es el Citroën C3 Picasso, otro monovolumen compacto de cinco plazas, en este caso de producción regional (se fabrica en Brasil), que en su versión más equipada (Exclusive Pack My Way) cotiza a $ 201.000. Es decir que frente a los $ 222.500 que cuesta hoy el 500L (sin pack opcional), la diferencia es de un 10% a favor del modelo de Citroën.
El C3 Picasso incluye navegador satelital como parte del pack “My Way”, justamente el principal faltante del 500L; pero su equipamiento de seguridad se limita a frenos ABS y cuatro airbags (a los frontales, el paquete agrega laterales). Frente a esta propuesta del C3 Picasso, la del 500L es ampliamente superadora en materia de seguridad. Por su parte, el Citroën prevalece en prestaciones sobre el Fiat gracias al recientemente actualizado motor naftero 1.6 VTi de 115 caballos, que en contrapartida resulta menos eficiente en términos de consumo que el 1.4 Fire de 95 CV.
Sin muchos más rivales para ensayar una comparación, creemos que el Fiat 500L –respaldado con garantía de 3 años o 100.000 kilómetros– se convierte en una opción de compra sumamente inteligente.
En los tiempos que corren en Argentina, habría que considerar que un posible incremento del valor del dólar oficial podría generar que el 500L ingrese a la primera escala de los nuevos impuestos internos, lo que dispararía su precio a unos $ 400.000.
Por todo lo expuesto, si realmente pensás en la compra de un Fiat 500L –con sus virtudes reconocidas y sus falencias expuestas–, nuestro consejo es muy simple: no pierdas el tiempo.
Lindo para intentar un sobrepaso en la ruta 3 o 7 con toda la familia arriba en plena temporada de cosecha de soja. Este es el motor ideal para las rutas Argentinas. El garketing en toda su expresión.
Al menos está bien dotado en seguridad…..Seria ideal que los conductores con doble acoplado de Scania, Iveco y Mercedes puedan tener una foto de este vehículo pegado en el parabrisas para poder reconocerlo.
Por favor que ningún Argento promedio intente un viaje a Brasil con esta motorización, morros interminables para subir en 1ra marcha y camiones del mercosur son un cocktel explosivo….
no pasa nada llegue a Peru con un siena y 5 personas arriba mas equipajes y creo que Bolivia esta algo mas alto que Brasil
Para la ciudad está hermoso, Pero no lo saco de ahi.
Pepe sos un vag fanboy, LTA sin dudas. Saludos!
Ricardo, no se te entendió nada, acá hablamos español, pero que te re contra hermano, saludos.
Pepe veo que me entendiste claramente, saludos!
Muy buena prueba Martín.
Pese a que muchos destacan el aspecto exterior, a mi me parece que el interior del auto está muy bien logrado y es lo que verdaderamente lo hace atractivo y simpático.
Ya vi varios circulando por las calles de Rosario, tengo la impresión de que tuvo buena recepción del público.
Si bien yo personalmente no me lo compraría (por ese dinero optaría por el Vento 2.5 Advance o una Vento Variant 2.5 Confort), coincido con tu consejo de no perder tiempo para el que esté interesado.
Saludos.
Rectifico la información del precio del Vento, en Rosario en concesionarias no se consigue por menos de $265mil.
Saludos.
Al motor hay q saber llevarlo. Siena 1.4 con 5 personas muy cargado, hasta la costa por la 41 pude pasar camiones sin problemas (usando 4ta y con cuidado). En Mendoza hice el camino del caracol a 3200 metros sin chistar (sin carga) en segunda/tercera. El tema es q este 500L pesa mas que el Siena. Saludos!
es como decís yo con un siena 1.4 5 personas mas equipajes llegue a machu pichu atravesando Bolivia a mas de 4000 mts de altura sin ningún problema
Buenísimo ese viaje. Muy bien el siena. saludos
Se nota la diferencia de calidad con los del Mercosur. Mejores materiales, mejor terminación y mucha más seguridad!! Excelente auto! Lástima la crítica del motor, pero para un viaje en familia (donde se supone priorizar la seguridad en el viaje y no llegar antes), no creo que sea para tanto.
Saludos.
Comparto con Guillermo, por ese valor compraría un auto del segmento C
el auto me encanto y me fui a probarlo. punto a punto encontre todo a favor, hasta que quise pisarlo un poco
lamentablemente le falta motor , el andar en ciudad no es un problema , pero como auto familiar para salir a la ruta , imposible , con unos cv mas seria una gran opcion
que quto tan bonito y completo!..lastima ese precio astronomico….
Si vas a 80 km/h para pasar un camion tenes que bajar a 3ra, a quien se le ocurre pasar en 5ta o 6ta como sugiere en la nota? Que burro…