El C4 Aircross se lanzó en Argentina en octubre 2013. Se fabrica en Japón.
Por Martín Egozcue
martin.egozcue@cars-magazine.com.ar
Si buscabas una prueba a fondo del Citroën C4 Aircross en Argentina, llegaste al lugar indicado.
El Citroën C4 Aircross es un SUV de tamaño mediano para 5 pasajeros, disponible con tracción simple o integral, que la marca francesa lanzó en Argentina sobre fines de octubre de 2013. CarsMagazine realizó una prueba a fondo de la versión 4×4 para entender cuál es su propuesta e identificar sus puntos destacables y mejorables.
El C4 Aircross es fruto de un nuevo desarrollo conjunto entre PSA Peugeot Citroën y Mitsubishi Motors. Ante la necesidad de ingresar al segmento de los SUV de tracción integral, ya hace tiempo que el grupo francés se apoyó en el “know how” de la casa japonesa, con larga tradición y experiencia en la materia.
CarsMagazine probó la versión 4×4, cuyo precio a la fecha es de $ 316.700.
Así surgieron, en esta última oportunidad, tres modelos “gemelos”: el Mitsubishi Outlander Sport, el Peugeot 4008 y el Citroën C4 Aircross, todos fabricados en Japón, en la planta de Okazaki, compartiendo plataforma, motores, transmisión y sistema de tracción, entre otros componentes. Hoy, los tres modelos se comercializan en nuestro país.
Para Citroën Argentina, el C4 Aircross implica el desembarco en el segmento de los SUV medianos y también, el ingreso al mundo de la tracción integral. Concretamente, este nuevo producto se mide frente a sus “gemelos” ya mencionados, pero también ante el Ford Kuga, Renault Koleos, Volkswagen Tiguan, Honda CR-V o Toyota RAV4, entre otros.
El C4 Aircross es la variante “afrancesada” del Mitsubishi Outlander Sport.
La gama local del C4 Aircross está conformada por dos versiones, ambas con equipamiento Tendance y motorización naftera 2.0 de 150 caballos. La variante 4×2 está asociada a una caja manual de 5 marchas y cotiza a $ 273.400. La 4×4 se combina con una transmisión automática variable continua (CVT) y su precio, vigente a noviembre de 2013, es de $ 316.700. La garantía es de 2 años sin límite de kilometraje, un plazo tal vez mejorable porque varios rivales ya ofrecen 3 años o 100.000 kilómetros.
A continuación, la balanza con los puntos para destacar y mejorar del Citroën C4 Aicross, el cuadro de prestaciones y consumos medidos por CarsMagazine, y el análisis a fondo del producto junto a la conclusión final…
Para destacar
- Diseño con ADN Citroën
- Tracción 4×4 de Mitsubishi
- Versatilidad asfalto/off road
- Calidad general percibida
- Dotación de seguridad
- Posición de conducción
Para mejorar
- Prestaciones/Recuperaciones
- Sonoridad en alto régimen
- Sin navegador satelital
- Baúl de tamaño justo
- Garantía de 2 años
Pruebas de aceleración y frenada con C4 Aircross e instrumental GtechPro.
PRESTACIONES (*)
Velocidad máxima: 190,2 km/h (en 6ª a 5.400 rpm).
Aceleración 0-100 km/h: 12,5 segundos.
Frenada 100-0 km/h: 41,0 metros.
Recuperación 80-120 km/h en Directa: 10,3 segundos.
Error de velocímetro: a 130 km/h, la velocidad real es 125 km/h (4%).
(*) Mediciones de CarsMagazine con instrumental GtechPro.
CONSUMOS (*)
A 100 km/h: 8,5 litros/100 km. Autonomía: 705 km.
A 130 km/h: 11,1 litros/100 km. Autonomía: 540 km.
Ciclo urbano: 12,4 litros cada 100 km. Autonomía: 483 km.
Combustible: Grado 3, según recomendación del fabricante.
Tanque: 60 litros.
(*) Mediciones a velocidades reales con instrumental GtechPro.
A pesar de su genética japonesa, el diseño es el auténtico de un Citroën.
POR FUERA
Si bien el C4 Aircross tiene dos hermanos “gemelos” de concepción, hay que admitir que desde el diseño impone su propia personalidad. Estamos ante un producto totalmente novedoso en Argentina, que lleva el ADN del doble chevrón en cada una de sus líneas. Así, desde cualquier ángulo, quien lo mire por primera vez no dudará ni un segundo que se trata de un Citroën. En lo personal, después de apreciarlo en detenimiento, nos gustó incluso más que cuando lo habíamos visto en fotografías.
Según explican desde Citroën, los únicos elementos de carrocería que el C4 Aircross comparte con el Outlander Sport son el parabrisas, el techo y las puertas. En dimensiones resulta realmente compacto, con apenas 4,34 metros de largo, pero con una distancia entre ejes bastante generosa, de 2,67 metros. Esto implica voladizos cortos y buenos ángulos (entrada y salida) para el “off road”, que analizaremos más adelante. En altura, el C4 Aircross acusa 1,63 m, mientras que el ancho (sin espejos) llega a 1,80 metros.
De espíritu familiar y aventurero, exigido se inclina pero sin ser inseguro.
Estéticamente, el C4 Aircross toma prestados recursos de distintos productos de Citroën; algunos del concept Hypnos, pero otros de modelos de serie, tanto de la línea C como DS. De la primera, hereda los faros traseros “egipcios” (como en el Nuevo C3) y la integración del doble chevrón frontal con la parrilla y las líneas sobre el capot (como en el C4 Lounge). De la gama DS, exhibe los LEDs delanteros verticales, la “aleta de tiburón” del parante del DS3 y la terminación del vidrio fijo trasero donde está el monograma Aircross.
Otras particularidades del diseño del Citroën C4 Aircross son las barras de techo, los zócalos y pasarruedas en plástico negro, el spoiler trasero y la “rosa de los vientos” con los puntos cardinales en el parante trasero. Además, la luneta y las ventanillas posteriores están polarizadas ya de serie.
El C4 Aircross combina rasgos de diseño de las líneas C y DS de Citroën.
La unidad que evaluamos calzaba neumáticos Bridgestone Dueler HP en medida 225/55, con imponentes llantas de aleación de 18 pulgadas en atractivo diseño. La rueda de auxilio, afortunadamente, es de utilización convencional (no temporal). En este caso era una Yokohama Geolander 215/70 R16, en llanta de chapa.
POR DENTRO
El C4 Aircross sigue la línea de los productos japoneses en lo que a interiores se refiere. Es decir, buena calidad de materiales, con correctos encastres y terminaciones, pero líneas sobrias, sin grandes ensayos en materia de diseño. Al igual que el 4008 y el Outlander Sport, el SUV del doble chevrón presenta materiales con inyectados suaves en la plancha de abordo y la parte alta de las contrapuertas.
Con controles de tracción y estabilidad, ofrece elevado nivel de seguridad.
El instrumental es el mismo que en sus “gemelos”: indicadores analógicos para velocímetro y cuentavueltas, de escala más bien pequeña, y un display digital central con la información sobre combustible y temperatura del motor. La computadora de abordo es simple y ofrece cuatro funciones: autonomía, odómetro parcial, y promedio de consumo y velocidad. Un punto mejorable son los comandos de la climatización, unas rueditas que podrían ser acompañadas por indicadores digitales, un recurso más claro y preciso.
Nos agradó la posición de conducción, elevada como impone todo SUV y con una butaca de muy buena sujeción lateral y acertada combinación de cuero con tela, para no padecer el calor. El cojín se regula en altura y el volante, forrado en cuero y de agradable “grip”, en altura y profundidad. Lo que le faltaría al combo es el ajuste lumbar.
El C4 Aircross compite vs. Peugeot 4008, otro derivado del Outlander Sport.
La visibilidad es bastante complicada en visión 3/4 trasera por el tamaño pequeño de la luneta y la complejidad del diseño del pilar “C”. Sin embargo, lo compensa en parte con espejos exteriores de generoso tamaño. Por otro lado, se destaca el techo panorámico que abarca hasta las plazas traseras. Al correrse la cortina de accionamiento eléctrico, se genera una sensación de amplitud para disfrute de quienes viajen atrás. El techo es fijo y no puede abrirse.
En habitabilidad, el C4 Aircross ofrece generoso espacio para las piernas de los pasajeros traseros, aunque algo justo para la cabeza de los más altos. La quinta plaza es incómoda por el túnel de transmisión y un respaldo duro que es en realidad un apoyabrazos/posavasos oculto. El habitáculo ofrece varios espacios portaobjetos que compensan una guantera de pequeñas dimensiones.
Interior sobrio pero con correcta calidad de materiales, ajustes y acabados.
El baúl, de 416 litros, podría resultar algo justo para el equipaje de 5 pasajeros. Pese a eso, ofrece interesantes soluciones. Por ejemplo, una abertura para introducir esquís, un impecable organizador debajo del piso, portaobjetos laterales y la posibilidad de rebatir los respaldos en proporción 40/60. Si esto último se hace al 100%, el volumen de carga se amplía hasta 1.193 litros.
EN ASFALTO
Conducir el C4 Aircross es realmente agradable, tanto en la ciudad como a la hora de salir a la ruta. La clave es entender cómo obtener lo mejor del conjunto motor/transmisión. Hablamos de un impulsor naftero de 2 litros (4 cilindros, 16 válvulas), que entrega sus 150 caballos a un régimen elevado, de 6.000 rpm, y de una caja automática de variación continua. Como el torque (momento de mayor empuje) se obtiene recién a las 4.200 rpm, las reacciones a bajo régimen resultan un tanto perezosas, como así también la respuesta en la otra punta del cuentavueltas.
Por su precio, debería incluir navegador satelital, su gran faltante en confort.
Traducido a palabras simples, al C4 Aircross le cuesta acelerar “de abajo” y también recuperarse “de arriba”, lo que en parte se debería a la transmisión automática de variación continúa (CVT), exclusiva de la versión 4×4 (nos gustaría descubrir cómo funciona la 4×2 con caja manual). En nuestras pruebas de aceleración, necesitó 12,5 segundos para el “0 a 100” y más de 10 segundos para recuperar de 80 a 120 km/h. Es decir, prestaciones discretas, más allá de que el perfil del vehículo sea familiar/aventurero, no deportivo.
Hablamos de la transmisión, que es de variación continúa, sin relaciones fijas sino con “relaciones infinitas”. Sin embargo, en este caso se dispone de un modo “manual” que propone la operación mediante levas al volante (al estilo F.1), que se basa en “relaciones” prefijadas para una respuesta más veloz. Ése es el modo más indicado a la hora de manejar en la ruta y de realizar sobrepasos.
Cómoda posición de manejo y butacas de acertada combinación cuero/tela.
Si bien las levas son grandes, no giran con el volante sino que quedan fijas. Es decir, podría dificultarse su operación en el momento de tomar una curva cerrada. En ese caso, se puede recurrir al mando secuencial desde la palanca convencional. Y aquí, otro punto mejorable: en instancias en las que el régimen se acerca al tope del cuentavueltas, el ruido del motor se hace notar exageradamente, al punto de resultar molesto.
Con dirección de asistencia eléctrica, el C4 Aircross es muy maniobrable en la ciudad, donde ofrece un adecuado confort de marcha, pero también responde rápidamente en camiones veloces (la suspensión trasera es independiente). El SUV franco-nipón dobla bien apoyado y sólo se inclina ante exigencias a las que difícilmente lo someta el usuario común.
Selector del modo de tracción: 4×2, 4×4 y 4×4 “Lock”. Muy simple de utilizar.
EN “OFF ROAD”
Una de las particularidades de un SUV es la capacidad de transitar fuera del camino, por lugares donde un automóvil convencional no podría pasar. Además, cuando se trata de un SUV de tracción integral como en este caso, el potencial es aún mayor ya que permite encarar barro, ripio, nieve o arena con la seguridad de no quedarse en el intento.
El C4 Aircross hereda todo el conocimiento de Mitsubishi en materia de tracción 4×4 y propone un sistema con tres modos de funcionamiento y ante todo, simpleza de operación. Desde un comando ubicado junto al selector de la transmisión, el conductor puede optar por el modo 2WD, que aplica la tracción sólo en el eje delantero para transitar sobre asfalto seco en condiciones de adherencia normal.
El techo panorámico genera una amplitud inusual desde las plazas traseras.
También se puede elegir el modo 4WD, que reparte de forma automática la tracción entre ambos ejes. En situaciones normales, este estado prioriza la tracción al eje delantero: por defecto, allí entrega el 98% del torque y el 2% restante atrás, pero la proporción puede variar transitoriamente hasta 40% adelante y 60% atrás si la condición del camino lo impusiera.
Finalmente, hay un tercer modo de utilización, denominado Lock, que bloquea el reparto por defecto en partes iguales (50:50) adelante y atrás, ideal para situaciones de mayor complejidad ya previstas en el camino. Este modo sólo puede utilizarse hasta 50 km/h; superado ese límite, se desactiva automáticamente.
Buena habitabilidad trasera para dos adultos; la plaza central es pequeña.
Probamos al C4 Aircross en caminos rurales y también a campo traviesa, y comprobamos la eficiencia del sistema de tracción. En esa situación, otro punto destacable fue la estanqueidad del habitáculo, ya que no se filtró polvo en ningún momento. Lo que criticamos es la ausencia de un chapón cubrecárter para proteger la zona baja frontal a la hora de encarar este tipo de aventuras.
Citroën no brinda información sobre capacidad de vadeo del vehículo. En cambio, sí señala cuáles son sus ángulos de ataque (19°), ventral (31°) y salida (19°), y el despeje mínimo sobre el suelo, que llega a 17 centímetros. Con este último dato, está claro que el C4 Aircross no es un vehículo para el “off road” extremo como aquellos que disponen de baja o reductora y chasis mucho más robustos. Este SUV está concebido en principio para el uso urbano y sobre asfalto, y como plus, ofrece aptitudes de “todocamino” para excursiones de complejidad baja/media fuera del camino.
Celebramos que la rueda de auxilio sea de medidas normales, no temporal.
EQUIPAMIENTO
Como apuntamos, la gama del C4 Aircross en Argentina contempla un único nivel de equipamiento, denominado Tendance, que en materia de seguridad incluye frenos ABS, controles de tracción y estabilidad, siete airbags (frontales, laterales, de cortina y de rodilla para el conductor), faros antiniebla delanteros y traseros, anclajes Isofix para sillas de niños, faros de Xenón y desde luego, cinco apoyacabezas e igual número de cinturones inerciales de tres puntos. Es decir, una dotación completísima, sin faltantes a la vista y superior a la de varios rivales de segmento.
En confort, lo más sobresaliente es el techo panorámico, el sistema de ingreso y arranque sin llave (por botón), el sensor de estacionamiento, los asientos delanteros calefaccionados, los tapizados de cuero/tela, el climatizador automático y el equipo de audio con CD-MP3, puerto USB, entradas auxiliares y conectividad Bluetooth. El gran faltante, considerando el precio del vehículo, es un sistema de navegación satelital. En configuraciones para el mercado europeo, el C4 Aircross dispone de una pantalla táctil con GPS y cámara de retroceso. Lamentablemente, ese equipamiento no está disponible en Argentina, ni siquiera como opcional.
En configuración normal, el baúl ofrece 416 litros, un volumen algo justo.
CONCLUSIONES | TEST DRIVE CITROËN C4 AIRCROSS
El Citroën C4 Aircross se presenta como una nueva alternativa en el cada vez más amplio segmento de los SUV medianos en Argentina. Con una gama que contempla tracción simple o integral, el producto del doble chevrón se destaca, ante todo, por ofrecer el mismo –y elevado– equipamiento de seguridad tanto en la versión 4×2 como 4×4, un diferencial sobre algunos rivales que en variantes de tracción delantera escatiman airbags y hasta prescinden del ESP (no es el caso de sus “gemelos”).
Con el respaldo y la experiencia de Mitsubishi en materia de tracción integral, un diseño propio y con personalidad, y un catálogo inteligentemente configurado, el C4 Aircross debería permitirle a Citroën Argentina captar nuevos clientes, en un nicho que hasta hoy le era totalmente ajeno. La marca francesa no aspira a lograr grandes volúmenes ni a liderar las ventas del segmento, pero sí pretende demostrar, una vez más, que es capaz de innovar, incluso cuando los créditos de la obra son compartidos.
Compite con 4008, Outlander Sport, Kuga, Koleos, Tiguan, RAV4, CR-V, etc.
Muy buena prueba Martín.
Creo que (más allá de la diferencia de potencia) si te pregunto te quedás con el Subaru Forester que probaste hace unos días, el único en este segmento con tracción integral permanente.
Saludos.
Guillermo,
Efectivamente, la Subaru All New Forester tiene, como bien sabemos, ese gran plus de la 4×4 permanente, lo que eleva la seguridad dinámica por sobre cualquier otro vehículo con tracción 4×4 “on demand”.
De todas formas, esta propuesta de Citroën con el C4 Aircross me pareció súper interesante. Y como intenté destacar en la conclusión, atención con la versión 4×2, que ofrece el mismo equipamiento de confort y seguridad por $ 43.000 menos. Para quien no piense salirse del camino, es una opción muy atractiva, considero.
Ahora esperamos el turno del Peugeot 4008 para las próximas semanas…
Gracias por tu lectura diaria!
Saludos,
Martín
Soy de Córdoba y me fui a la rural para ver la presentación del 4008 y del C4 AirCross con la idea de comprar el 4008 pero cuando vi lo que trajeron al país me decepcionó ya que no trajeron lo mejor, el motor gasolero de 150hp y con el que andas gratis en la ruta, tampoco la pantalla y la cámara de marcha atrás además el Peugeot vale veinte mil pesos mas
la verdad muy lindo, pero la versión full esta casi al mismo precio q la honda crv exl, con el servicio post venta de honda, el valor de reventa y la confiabilidad de honda creo que no hay que pensar lo mucho, en mi humilde opinion
walter, estás en lo cierto. Además la CRV tiene un motor más grande y potente, y es mucho más espaciosa en el asiento trasero y en el baúl.
Igualmente, como decía antes, el líder en este segmento de SUVs 4×4 es sin duda la Forester. Para encontrar algo similar con tracción integral permanente tenés que irte a un Audi Q5.
Saludos.
walter tengo una Honda CRV EXL pero el service de pos venta en Córdoba es malo te lo digo por experiencia no asi la concesionaria de Carlos Paz
Cuando entenderán las terminales que el 90% de los usuarios de SUV estamos esperando motores DIESEL!, estos bichos en ciudad te terminas saqueando el tanque en una semana con suerte. Las SUV DEBEN SER DIESEL.