Por Martín Egozcue
martin.egozcue@cars-magazine.com.ar
Presentado en el Salón del Automóvil de Buenos Aires 2013, el Chrysler 300C se comercializa oficialmente en Argentina desde octubre pasado. Se trata de un sedán grande (segmento E) y alta gama, de filosofía típicamente americana, que se inserta en el segmento que en nuestro mercado lidera el Mercedes-Benz Clase E y donde también compiten el Audi A6 y el BMW Serie 5.
El Chrysler 300C se ofrece en Argentina en una única versión, con motorización naftera V6 de 3.6 litros y 286 caballos, tracción trasera y transmisión automática de 8 velocidades. Su precio es de 82.000 dólares. En los últimos días, CarMagazine lo probó en un breve contacto de 450 kilómetros entre ciudad, ruta y autopista, y obtuvo las siguientes impresiones…
Lanzada en Norteamérica en 2011, esta segunda generación del 300C muestra un diseño continuista sobre aquella surgida en 2004, que también se comercializó en Argentina. Es un vehículo de filosofía típicamente norteamericana, que impone su presencia con sus 5,06 metros de largo y las enormes llantas de 20 pulgadas que lo equipan de serie. Sus líneas no ocultan cierto aire “retro”, sobre todo en la parte trasera. Se destacan también su línea de cintura elevada y las ventanillas pequeñas, lo que genera poca superficie vidriada. El coeficiente aerodinámico es reducido, de sólo 0,32.
Si bien la compra de un Chrysler 300C a priori implicaría elegir un perfil más bajo que el de alguno de sus rivales alemanes, lo cierto es que quien conduzca este vehículo tampoco pasará desapercibido. Creemos que por no ser un modelo masivamente conocido en nuestro país, hasta podría incluso llamar más la atención que un A6, Clase E o Serie 5. Desde luego, todo tendrá que ver con el contexto.
Puertas adentro, el 300C propone un elevadísimo confort, sin nada que envidiarle a sus rivales alemanes. Además, la calidad de materiales, encastres y terminaciones, si bien no llega al altísimo nivel de los Premium alemanes, es también sobresaliente en el 300C. Se destacan inserciones en aluminio y en madera (reales, no imitaciones), inyectados suaves al tacto, revestimientos en cuero con costuras cuasi artesanales, etc. En definitiva, un ambiente que transmite refinamiento y elegancia.
Mecánicamente, el responsable de mover los casi 2.000 kg que acusa el 300C es el multi-premiado motor 3.6 V6 Pentastar del Grupo Chrysler, que entrega sus 286 CV a un régimen de 6.350 rpm. Pero para ello, este impulsor naftero –atmosférico, delantero y longitudinal– se apoya en la sociedad con la transmisión automática de 8 velocidades, perfectamente relacionadas y con levas al volante, que permite exprimir lo mejor de los 340 Nm de torque a 4.650 rpm. En el 300C que llega al país la tracción es trasera; en Norteamérica también hay versiones de tracción integral y motorizaciones más potentes, y hasta una versión diesel.
En mediciones propias de CarsMagazine, la aceleración de “0 a 100” con el 300C fue de 7,3 segundos (en modo Sport y con el aire acondicionado apagado), una cifra propia de un deportivo. A su vez, la recuperación de 80 a 120 km/h en Directa demandó sólo 6,8 segundos. La velocidad máxima supera los 230 km/h y para frenar de “100 a 0” necesitó 41 metros, una distancia destacable por su peso y dimensiones.
Viajando en ruta a 130 km/h, el Pentastar 3.6 apenas gira a 1.700 rpm en 8ª marcha, relajadísimo, lo que permite un consumo muy contenido, de sólo 8,5 litros cada 100 kilómetros (a 100 km/h, casi que gira en ralentí a 1.300 rpm y demanda 6,5 litros/100 km). Todo esto genera un impecable confort de marcha acompañado de una eficiente insonorización. Además, nos sorprendió su desempeño dinámico: transita con mucho aplomo en línea recta y también dobla firmemente apoyado gracias su esquema de suspensión independiente en ambos ejes y el rodado de bajo perfil. En definitiva, es un vehículo ideal para devorar kilómetros en rutas y autopistas.
En la ciudad, en cambio, el consumo se dispara. Si se conduce con mucha suavidad y el tránsito es fluido, la ecuación arroja de 13 a 14 litros/100 km. Pero en cuanto se lo acelera un poco más o el tránsito se pone denso, puede gastar hasta 19 ó 20 litros. Desde luego, no será un ítem que preocupe a quien compre un auto de este precio, pero no deja de ser un aspecto a considerar. Por suerte, el tanque es de 72 litros y la autonomía no se verá comprometida.
Ahora bien, ¿cuáles son los dispositivos más destacados en confort y tecnología del Chrysler 300C? Por empezar, se destaca la pantalla táctil de 8,4 pulgadas del sistema multimedia UConnect, integrada a la consola central, que de forma muy intuitiva permite operar las funciones del audio, climatizador, telefonía y navegador satelital, entre otras. Además, reproduce las imágenes de la cámara de retroceso.
Por otra parte, el 300C propone un elevado nivel de confort pensado para que hasta el viaje más largo resulte placentero. Asientos calefaccionados para todos los pasajeros y también ventilados en el caso de los delanteros, techo solar panorámico (se abre la sección frontal), cortina parasol en la luneta trasera, posavasos con enfriador/calentador de la bebida, conectividad para dispositivos móviles, etc., son sólo algunos de los elementos que, por un instante, generan la sensación de estar viajando en clase Business. La habitabilidad trasera es muy generosa para dos adultos, aunque la 5ª plaza es en cambio bastante incómoda.
Para el conductor, además, se destacan múltiples regulaciones, todas absolutamente eléctricas, en la butaca, la columna de dirección y hasta la ubicación de la pedalera. Así, cualquiera encontrará, en cuestión de segundos, la posición de conducción ideal para su contextura física o preferencia. La butaca del acompañante también dispone de regulación lumbar eléctrica y el volante ofrece sistema de calefacción (desde luego, está pensado para el crudo invierno norteamericano). Desde luego, el 300C dispone de sensores de estacionamiento delanteros y traseros. También, de acceso y arranque “sin llave”.
En seguridad, como es de esperar, ofrece todo lo que debe tener un vehículo de esta categoría: controles de tracción y estabilidad, siete airbags (incluido de rodilla para el conductor), frenos con sistema ABS y discos en las cuatro ruedas, asistencia al arranque en pendiente, faros de Bi-Xenón y anclajes Isofix (en las tres plazas traseras), entre otros. El 300C recibió 5 estrellas en seguridad por parte del EuroNCAP y el Top Safety Pick del IIHS en Estados Unidos.
¿Qué le criticamos o qué le falta al Chrysler 300C? Es difícil encontrar faltantes en su dotación de equipamiento, pero identificamos un detalle particular: las ventanillas traseras no son “one touch”, ni al subir ni al bajar. Por su parte, el auxilio es de uso temporal. Es cierto que los neumáticos que calza de serie (Pirelli Scorpion Zero 245/45 R20) son del tipo “Run Flat”, o sea que pueden seguir rodando luego de una pinchadura, pero a sólo a 80 km/h y durante no más de 100 km. Para nuestra realidad vial, lo ideal es disponer de rodados convencionales y auxilios homogéneos.
También es sumamente crítica la maniobrabilidad en garajes (hay que asegurarse que entre en la cochera…) y la visibilidad posterior (la luneta es realmente muy pequeña). Además, entendemos que la garantía es mejorable: podría proponer algo más que 2 años o 50.000 kilómetros debido, justamente, a la calidad y confiabilidad que transmite un producto de origen norteamericano (el 300C se fabrica en Canadá, en la planta de Brampton).
Chrysler Argentina no pretende vender grandes volúmenes del 300C. Entiende que es un segmento muy pequeño y que este modelo sirve, en primer lugar, para reforzar la imagen de la marca, que hasta este lanzamiento sólo ofrecía en el país la van Town & Country. En un nicho donde el Mercedes-Benz Clase E lidera con 250 patentamientos por año, la expectativa de Chrysler Argentina es comercializar de 50 a 100 vehículos anuales. Las primeras 15 unidades ya están en manos de sus dueños, que lo esperaban ansiosos. Ahora la marca estadounidense deberá trabaja para seducir y americanizar a nuevos clientes. El producto ya lo tiene.
Un barco
Muy buen contacto Martín.
Es difícil cruzarse alguno por la calle. De la generación anterior solo vi un par acá en Rosario, casi no se vendió. Sin dudas no resulta atractivo a ese precio, la gente que dispone de ese dinero opta por los alemanes.
Saludos.
Un autazo!!! poseo un chrysler sebring (el último, que lamentablemente no llegó a Argentina al igual que otros modelos) ya llevo 5 años con el y va de 10, además sigo enamorado.. Acá en España el nuevo 300c se comercializa como “Lancia Thema” (en todo europa) ya que a Chrysler la compró Fiat, o Lancia o Alfa Romeo o Ferrari (Ya que es el mismno dueño) pero en america seguirá llamandose Chrysler, lo mismo que en Inglaterrra y Australia. Acá viene con un motor diesel 3.0 v6 con turbo de 240 o 190 cv, evidentemente consume mucho menos y el sonido es muy refinado y agradable al oído.. Un saludo!!
Mi suegro tuvo un Stratus (el antecesor del Sebring) 2.5 V6 AutoStick, el cual tuve la suerte de manejar.
Pero tanto el Stratus como el Sebring (una evolución de aquel) son tracción delantera, motor transversal y el 300 es motor longitudinal y tracción trasera. No tienen nada que ver.
El Stratus tenía la suspensión independiente de paralelogramo deformable en las 4 ruedas, algo poco común.
El motor V6 SOHC 2.5 era de origen Mitsubishi, el mismo que traía el Galant por aquellas épocas.
Saludos.
Gracias Christian por tu lectura, aporte y comentarios desde España.
Un gran saludo,
Martín Egozcue
AMIGOS QUIERO VENDER MI CHRYSLER SEBRING CON SOLO 68000 KM………..2.7……EL MAS FULL………PIDO $ 95000……….ATTE……CARLOS
VENDO MI CHYSLER SEBRING CON 68000 KM 2.7 FULL FULL ……..$ 95000…..ATTE…CARLOS
Bueno Los Chrysler son Malos fallan en todo practicamente estos coches no siven aqui dejo un video como prueba
https://www.youtube.com/watch?v=k33ZDbzmMeM
NO COMPREN CADILLAC..
terrible nave. ideal para llamar la atención del braian y la yeni.