El equipo alemán ganó la carrera más importante del Campeonato Mundial de Resistencia por segundo año consecutivo. Le quitó el triunfo a Toyota en el final.
Porsche obtuvo su victoria número 18 en las 24 Horas de Le Mans, la carrera de autos más exigente del mundo de la máxima categoría, LMP1. Es el segundo triunfo consecutivo, ya que el equipo alemán se había quedado con la gloria en la edición 2015.
Fue una competencia apasionante, en la que Porsche disputó mano a mano con Toyota el primer lugar hasta último momento. Literalmente, porque el prototipo de la firma japonesa llegó a la vuelta final en la vanguardia, pero un inconveniente mecánico ocasionó su detención. Por supuesto, esto fue aprovechado por el Porsche 919 Hybrid de Romain Dumas, Neel Jani y Marc Lieb, que vieron la bandera a cuadros en la primera posición ante cerca de 263 mil personas.
Con este resultado, sumado al quinto puesto obtenido por el 919 Hybrid de Bernhard, Hartley y Webber, Porsche sumó 71 puntos en la clasificación de Constructores del Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) de la FIA, por lo que ahora lidera la tabla de posiciones con 127 unidades por delante de Audi (95) y Toyota (79).
“Terminar de esta manera una gran carrera en la última vuelta es algo que no le desearías ni a tu peor enemigo, pero así es el deporte, con estos altibajos que son lo que hacen que lo amemos de verdad. Fue un triunfo peleado duramente. Sometimos a Toyota a una gran presión y a rodar al máximo durante toda la carrera. También nuestros pilotos fueron al límite”, declaró el Director del Equipo de Porsche, Andreas Seidl.
De esta edición de las 24 horas de Le Mans, yo rescataría la gran hazaña de Ferderic Sausset. Un canto a la vida. Fue muy emocionante.