Quien busca un sedán, claramente, necesita gran capacidad de baúl y una buena habitabilidad trasera. Y allí el Logan no defrauda.
Con 510 litros de volumen, el baúl del Logan no sólo es una referencia entre los sedanes compactos (segmento B). También lo es frente a sedanes más grandes, de segmento mediano o C.
Otra particularidad a favor del Logan es que permite rebatir los respaldos traseros por completo, para obtener una superficie casi plana (ver imagen) y así cargar objetivos de mayor longitud.
El punto en contra, siempre hablando del baúl, es el sistema de cierre mediante bisagras, que resultan intrusivas dentro del propio baúl. Eso significa que quitan espacio de carga real, ya que habrá que acomodar el equipaje de forma que las bisagras no toquen a este último (además, con el riesgo de dañar algo).
Pasando a la habitabilidad, resulta muy satisfactoria, tanto en espacio para las piernas (ver ejemplo en las imágenes) como en altura para la cabeza. Dos adultos viajarán muy cómodos y un tercer pasajero, si es de contextura pequeña, no la pasará mal.
Finalmente, otro punto a considerar es que la rueda de auxilio, ubicada debajo del piso del baúl, no es igual a las montadas en esta versión Intens CVT. Si bien no es de las odiadas tipo “motocicleta”, en definitiva resulta un auxilio temporal que limita la velocidad a 80 km/h.