El Gobierno rechazó la posibilidad de revisar los nuevos gravámenes que afectan a los vehículos de media y alta gama, incluidos de origen nacional.
El Gobierno ratificó hoy, una vez más, que no está en sus planes eliminar o modificar los nuevos impuestos internos que afectan a los vehículos de media y alta gama en Argentina, incluidos allí modelos de producción local.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, declaró hoy que los nuevos gravámenes aplicados a los vehículos con precio mayorista superior a $ 170.000 (unos $ 240.000 al público) sólo afectan “al 4,1% de la producción”, por lo que “no tiene un impacto en el precio del bien producido localmente”.
Luego de ello, Capitanich aclaró que la posibilidad de autorizar incrementos en los mínimos no imponibles por efecto de la inflación “no forma parte de la agenda del Poder Ejecutivo”. Y sentenció: “Más que ajuste por inflación, lo que debemos priorizar es la sustentabilidad de la política macroeconómica”.
A pesar de que Capitanich indicó que los nuevos impuestos no afectan a vehículos producidos localmente, hay dos casos concretos: la Toyota SW4 fabricada en Zárate, fuertemente castigada por el gravamen; y el Nuevo Ford Focus producido en Pacheco, cuya versión más equipada, Titanium, dejó de comercializarse localmente (sólo seguirá exportándose).
Desde enero, la caída de las exportaciones a Brasil y la fuerte suba de precios por los nuevos impuestos –que junto a la inflación y devaluación elevaron por arrastre los valores de los autos de baja gama– provocaron una fuerte desaceleración en la industria automotriz. Sólo por tomar un ejemplo, se conoció que una de las empresas más importantes, como Volkswagen Argentina, tiene 15.000 vehículos sin vender, según publicó el diario Clarín, que se refirió además a posibles despedidos o suspensiones de personal en la planta de Pacheco (ver aquí), aunque no en lo inmediato. Ésta no es la única automotriz argentina en la que ya ronda ese fantasma en los pasillos.
En marzo pasado, las ventas de vehículos 0 Km cayeron 35% en Argentina, y el acumulado del primer trimestre marca una baja del 13 por ciento. A su vez, la producción de marzo disminuyó 26% y computa una merma del 16% en los tres primeros meses del año. Se espera que los números de abril profundicen la tendencia.
El problema más grave es que, como hay muchos autos del seg. C, con los precios pisados en los $240 mil (incluso los recién lanzados como el Corolla), todos los aumentos se concentran en los autos de baja gama, intentando las terminales de esa forma recuperar lo que no pueden facturar en los modelos más caros.
O sea que hay consumidores que están comprando autos subsidiados a $240mil, que si no estuviera el impuesto valdrían $260/280mil, y en definitiva ese subsidio lo terminan pagando los consumidores de menos poder adquisitivo que compran un auto de gama media/baja. Interesante política de redistribución y equidad.
Saludos.
Una vez más este gobierno demuestra su total ineptitud en el tema automotor, los autos alcanzados por el impuesto no son solo el 4,6% ya que hay varios nacionales que han quedado atrapados, SW4, FOCUS, 408, etc., y muchos importados que lejos están de ser alta gama como el Cruzé ó los KIA.
Además los autos mas caros subsidiaban a los económicos y esa diferencia fué a parar a ese precio, las concesionarias de ese “pequeño” 4,6 % dan trabajo a miles de argentinos que ahora ver peligrar su trabajo dado que las mismas venden 0 autos ya que sus precios se fueron por encima del millón de pesos.
Otro tema de mercado es que los importados ponían un “techo” a los precios de los mercosur, pero ahora como el que le sigue al tope vale 360 lucas todos subieron, ayudados encima por la devaluación e inflación galopante.
Otro tema es que la gente no compra porque los nuevos precios impactan en los valores de seguro y patente proporcionales y te dejan en medio del impuesto a los bienes personales que tiene un límite de solo 305.000 pesos, esos gastos adicionales asustan a la gente porque ya no los puede pagar.
El señor Capitanich es un ignorante y obsecuente que solo repite el casette que le bajan cada mañana sin el menor análisis objetivo del asunto.