El rediseño de la pickup fue visto en Brasil durante una jornada de test. Tendrá cambios estéticos, más equipamiento y ajustes en la suspensión.
Nissan continúa con el desarrollo de la nueva Frontier que se fabricará en la Argentina. Es un rediseño de media vida para la generación actual, que contará con cambios estéticos, agregados de equipamiento y nueva configuración de la gama. A los concesionarios llegará en algún momento de 2022.
La foto que ilustra esta nota fue publicada por Motor1, un medio de Brasil que cazó a la pickup durante una jornada de pruebas en las calles de Curitiba (estado de Paraná), en los alrededores del Complejo Ayrton Senna; es decir, la fábrica del Grupo Renault.
La unidad captada tenía la carrocería completamente camuflada, por lo que es difícil detectar en ella cuáles serán las novedades de la Frontier. Con mucho esfuerzo se llega a ver la nueva disposición interna de los faros y los retoques en el paragolpes trasero y el formato del portón de la caja de carga.
Lo cierto es que el rediseño de la Nissan Frontier ya se dio a conocer oficialmente (ver aquí). La marca lo presentó en Japón y se supone que, si bien habrá diferencias puntuales para adaptarlo al gusto de los consumidores regionales, los cambios se mantendrán para su producción en la Argentina y su comercialización regional.
La nueva Frontier se distingue por una parrilla más grande que la emparenta con la Titan (es la full-size de Nissan). Evidentemente inspirarse en las pickups grandes para diseñar las medianas es una solución que empieza a ser tendencia en la industria. Ocurrió lo mismo con la nueva Ford Ranger que está a punto de presentarse (ver aquí) y podría repetirse en la futura Toyota Hilux (ver aquí).
Es clave aclarar que las fotos de la nueva Frontier que se pueden ver más abajo corresponden a la versión Pro-4x, que no está confirmada para el mercado argentino. La de producción local podría estar más cerca de la variante convencional que se filtró tiempo atrás (ver aquí).
Más allá de lo estético, Nissan reveló que ajustó especialmente la suspensión y reforzó el eje trasero para mejorar la usabilidad y la versatilidad, en conjunto con un incremento en la altura de la caja. Los motores seguirán siendo el turbo-diésel y bitubo-diésel 2.3 litros de 160 y 190 CV, respectivamente. Y la transmisión, manual de seis velocidades o automática de siete.
El equipamiento se espera que incluya instrumental digital de 7 pulgadas, pantalla táctil central de 8 pulgadas y asistencias a la conducción, como la alerta de colisión frontal (monitorea dos vehículos adelante), el frenado de emergencia, el monitor de alerta al conductor, la alerta de cambio de carril involuntario, la alerta de punto ciego, la alerta de tráfico cruzado, el monitor de visión periférica y el monitor todoterreno.
