La marca japonesa le hace frente al complejo escenario comercial sin perder la esperanza de una mejora del contexto. Expectativas y posibles lanzamientos para 2015.
Mariano Lanés, Gte. Gral. de Alfacar, representante de Mitsubishi, recibió a CarsMagazine.
Por Martín Egozcue
martin.egozcue@carsmagazine.com.ar
Luego de un año récord en ventas para la industria automotriz argentina como lo fue 2013, el escenario del mercado cambió por complejo a partir del 1° de enero de este año. La aplicación por parte del Gobierno del mal llamado “impuesto al lujo”, sumado a la devaluación de la moneda local, entre otros factores, generó que los precios de los vehículos se dispararan, en algunos casos, a valores ridículos.
Con el enfriamiento de la economía y la retracción del consumo, el ritmo de ventas de vehículos 0 Km se frenó drásticamente. Cumplidos los nueve primeros meses del año, los patentamientos cayeron casi 26% frente al mismo período de 2013, un ejercicio que –hay que aclararlo– fue récord histórico para la industria con 955.000 unidades comercializadas en el mercado local.
La fuerte caída en ventas afectó a casi todas las marcas, sin distinción entre terminales (aquellas que fabrican localmente) e importadoras. Pero son éstas últimas, sin duda, las que más se resintieron por tratarse de empresas más pequeñas y porque su oferta de productos, en varios casos, fue afectada totalmente por los nuevos impuestos internos.
Mitsubishi pertenece al grupo de marcas importadas que está padeciendo el contexto actual del mercado automotor en Argentina. Representada desde 1991 en forma exclusiva por la firma Alfacar S.A., la marca de los tres diamantes sufre una caída en ventas del 38% en lo que transcurrió de 2013 frente al mismo período del año pasado. Una situación que afecta directamente a su red de concesionarios y la cadena de valor que ésta genera.
“Somos luchadores y pensamos que siempre hay clientes argentinos que quieren un Mitsubishi. Por eso, siempre en pos de poder ofrecerles productos de la marca, seguimos trabajando y nos adaptamos a las reglas del juego. De esa forma seguimos operando, pero la verdad es que éste es un año muy, muy difícil…”, remarca Mariano Lanés, Gerente General de Alfacar, en diálogo con CarsMagazine.com.ar.
En números concretos, la perspectiva de Mitsubishi es cerrar 2014 con 450 unidades patentadas, lo que implicaría una caída del 35% frente al año anterior. Muy lejos de las casi 1.500 unidades que, por ejemplo, la marca supo vender en 2008. Y a años luz de la déacada del ’90, con las 5.200 unidades que comercializó en 1998, el récord histórico de la marca en el país.
La pickup L200 es el producto en el que Mitsubishi colocó su foco comercial en 2014.
L200, LA NUEVA ESTRATEGIA
Con las nuevas reglas que impuso el Gobierno, Mitsubishi debió replantear su estrategia para 2014. El año pasado, un 50% de las ventas de la marca fueron del Outlander Sport, un SUV compacto de muy buena aceptación a nivel global. Un producto que hoy está alcanzado con la primera escala del impuesto (efectiva del 42%), y que si la moneda local sigue devaluándose, podría entrar en breve en la escala mayor (100% efectiva), lo que prácticamente lo dejaría fuera del mercado.
“Por esa razón, para este año focalizamos la estrategia sobre la pickup L200, que por ser un vehículo comercial no está alcanzado por el impuesto. Mitsubishi es una marca especialista en pickups, de modo que tenemos un excelente producto para ofrecer en ese segmento”, destaca Lanés. En ese sentido, la oferta de L200 se amplió este año con la llegada de las versiones 2.5 High Power de 178 CV, provenientes de Tailandia, que conviven con la gama 3.2 CR de 170 CV, que arriba desde Brasil.
“Más allá de la L200, nuestra oferta actual también incluye el Outlander Sport, del que estamos vendiendo las últimas unidades que se trajeron al país antes del impuesto; y el Lancer, del que también estamos comercializando las últimas unidades disponibles. Del Lancer, incluso, estamos colocando algunas órdenes de producción a futuro para algún cliente fiel del modelo que quiera renovarlo. Más aún, viendo que hoy este segmento ya está afectado en el tope de gama por el impuesto, incluso en vehículos de producción nacional”, admite.
Tal vez hacia finales de 2015, la Nueva L200 esté llegando al mercado argentino.
Ya pensando en 2015, desde Alfacar estiman que un 80% de lo que puedan comercializar corresponderá a la pickup L200, un producto que está a punto de renovarse a nivel mundial con el lanzamiento de una nueva generación, fabricada en Tailandia. “Se estima el lanzamiento de la Nueva L200 para noviembre o diciembre de este año, inicialmente en Tailandia. Es un producto que a la Argentina no llegará, como muy pronto, hasta fines de 2015, ya que cualquier proceso de homologación hoy demora en torno a 12 meses”, remarca Lanés.
“Por lo pronto, nosotros seguimos colocando órdenes de producción de la actual L200, hasta que algún día nos digan ‘hasta aquí llegamos’. Si me preguntás, sería un enamorado de que la línea actual se siga fabricando porque nos permitiría mantener una doble oferta, con un producto más accesible y otro más moderno. Veremos qué ocurre en Brasil, donde la L200 actual se fabricará por un tiempo más…”, agrega el directivo. En ese marco, será interesante ver también qué sucede con la reciente asociación entre Mitsubishi y Fiat, por la cual la marca japonesa fabricará la L200 para la casa italiana, un producto que saldrá a ganar nuevos mercados para Fiat, incluido América Latina.
A confirmar aún, el Mirage es otro posible lanzamiento de Mitsubishi a nivel local.
EL MIRAGE, EN LA MIRA
En Alfacar también analizan el posible lanzamiento del Mirage, un hatchback pequeño (3,71 metros de largo) que ampliaría la oferta de Mitsubishi en un segmento que se mantiene fuera del alcance del “impuesto al lujo”. “Seguimos trabajando en el Mirage y con suerte, para fines de octubre tendríamos la homologación del producto, el primer paso. Ya con eso en mano, habrá que discutir el precio con Japón. Lo queremos traer y es un modelo que nos sumaría mucho a la imagen de marca, para apuntar a un público joven. Queremos que el cliente de Mitsubishi arranque desde joven en Argentina”, destaca Lanés.
“Habría que ver cómo posicionarlo… Sería un producto para competir contra un Nissan March, pero éste viene desde México sin el arancel extrazona del 35% que recae en el Mirage… También lo veo como rival de un Toyota Etios. Sería algo similar a estos dos productos, posicionado por encima de un Hyundai i10 o un Kia Picanto. Es un segmento muy grande donde la compra se define por precio y donde 500 dólares más o menos hacen decidir al cliente por uno u otro producto”, asume Lanés, antes de aclarar que “cualquier pedido de producción demora ocho meses como mínimo”. De ese modo, en plazos óptimos, si el Mirage llegara al país no sería hasta fines de 2015.
Fabricado en Tailandia, el Mirage de sexta generación (en el pasado este nombre se aplicó a modelos de mayor tamaño) ofrece motorizaciones nafteras de 3 cilindros, de 1.0 y 1.2 litros, con potencias de 71 y 80 CV, y caja manual de 5 marchas o automática CVT. Además del hatchback, también existe una silueta sedán.
En la red aún se venden unidades de Outlander Sport que llegaron antes del impuesto.
EL IMPACTO EN LA RED
Como es lógico, la retracción del mercado ha tenido un efecto directo en la salud comercial de la red de concesionarios de todas las marcas, y el caso de Mitsubishi no es la excepción. En 2013 la marca tenía 21 concesionarios y actualmente son 15 los que están operando normalmente. “Dentro de todo, tenemos la ventaja de que por no haber desarrollado un gran volumen de ventas en los últimos años, no ampliamos demasiado la red comercial”, admite Lanés. Hoy por hoy, Mitsubishi tiene presencia en CABA, Gran Buenos Aires y las provincias donde se presenta la mayor demanda.
“Hoy la red está agazapada y entiende la situación, como también reconoce que hemos hecho un esfuerzo en estos últimos años, donde la operatoria de vender ha sido cada vez más difícil. También hay algunos históricos que recuerdan las mejores épocas…”, explica el directivo, antes de puntualizar que “en definitiva, tenemos una red que subsiste y que entiende que en estos momentos, como ya ocurrió en 2002 o 2003, hay que hacer foco en los servicios y la postventa, que es lo que sostiene el negocio y los costos fijos de un concesionario”.
“Personalmente, soy un defensor de la industria nacional, desde siempre; pero me parece que también está bueno que una parte del mercado, que tampoco es tan grande, pueda ofrecer otros productos para que la industria nacional no se estanque y ofrezca, por ejemplo, un Nuevo Focus de última tecnología”, opina Lanés. “Pero ahora sucede que ése auto cuesta 350.000 pesos, siendo de producción local… Sinceramente, no lo entiendo. Dejen que se produzca, no lo penalicen, porque no hay clientes con 350.000 pesos para ese auto”, reclama.
Incluso el Lancer continúa en oferta y con pedidos de producción de Alfacar para el futuro.
LA PROYECCIÓN A FUTURO
Como sostienen varios, Lanés también cree que el volumen de 950.000 unidades que alcanzó el mercado local en 2013 “no fue algo real, sino producto de una burbuja, de una doble moneda y otros factores”. En ese sentido, el ejecutivo entiende que “si este año el mercado cae un 25%, hasta 650.000 unidades, sin duda nos dolerá a todos porque era lindo el número anterior, pero ahora me parece que es algo más real y que tampoco está tan mal”.
“En definitiva, lo que rescato es que años atrás el promedio del mercado rondaba los 400.000 vehículos y creo que hoy podemos hablar de un piso de 600.000 unidades; es decir, crecimos en 200.000 por año y eso no es poco; de hecho, seguramente ubica al país como uno de los 20 mercados más grandes del mundo”, sostiene Lanés.
“Ahora hay que trabajar para lograr cifras de 700.000 unidades hacia arriba, pero donde compitamos todos y con precios razonables”, reclama. “Me encantaría poder reunir a todos los fabricantes e importadores para que cada uno ocupe su lugar, sin afectar la mano de obra argentina, y que nos permitan abrirnos al mundo. Porque en definitiva, hay que comercializar con el mundo y si vos querés venderle algo al mundo, también algo tenés que comprarle”, sostiene.
A pesar de la coyuntura, Lanés no pierde la visión positiva de cara al futuro. “Como dicen los analistas, en 2015 probablemente haya poca oferta de productos. Pero se espera, tal vez para 2016, una demanda atrasada”, considera, antes de sentenciar: “En definitiva, soy optimista y espero que con un poco de sentido común todo mejore. Lo que hay que lograr es que le vaya bien a todos los sectores, no sólo a algunos, y de que sea sostenible en el tiempo. Y así vamos a tener otra Argentina”.