Probamos la nueva pickup de la marca de la estrella que, fabricada en Córdoba, se lanzará en Argentina en 2019. Qué aspectos nos gustaron. Y cuáles criticamos…
CarsMagazine.com.ar probó la Clase X en Chile, en el test drive internacional.
Por Martín Egozcue (desde Santiago, Chile)
martin.egozcue@carsmagazine.com.ar
Un elevado confort de marcha, como si fuera un SUV. Un nivel de insonorización decididamente impecable para un vehículo de estas características. Y un grado de calidad interior acorde a un vehículo de esta marca, con materiales y terminaciones de primera línea. Además, con un alto nivel de equipamiento en seguridad activa, que incluye sistemas –exclusivos del segmento– de alerta de salida de carril, frenado de emergencia autónomo y lectura de señales de tránsito (si bien aún no está 100% definida la configuración para cada mercado). Todas ésas fueron, a grandes rasgos, las principales virtudes que identificamos en la primera prueba de manejo con la Clase X, la nueva pickup que Mercedes-Benz producirá en Córdoba desde fines de 2018, con lanzamiento comercial previsto en Argentina durante el primer semestre de 2019, según confirmó a CarsMagazine.com.ar el Director de la División Vans de Mercedes-Benz para América Latina, Roland Zey (ver más aquí).
Por el contrario, entre los aspectos que a priori no nos convencieron de la Clase X anotamos el diseño posterior, que nos parece demasiado simple para los tiempos que corren, considerando además que el sector frontal de la pickup de Mercedes-Benz luce bien atractivo. Detectamos también que la posición de conducción podría mejorarse si tuviera regulación del volante en profundidad, un ítem que será un faltante en todas las versiones de la Clase X. Además, la dirección nos pareció algo pesada en maniobras a baja velocidad en comparación con la de algunos de sus rivales. ¿La razón? Ya varias pickups de este segmento incorporaron sistema de dirección electro-hidráulico, mientras que en la Clase X es únicamente hidráulico. Finalmente, esperábamos una respuesta algo más contundente del motor a bajo régimen. En las versiones que probamos –2.3 de 190 CV, con transmisión automática de siete velocidades– no parecía que el torque máximo apareciera a las 1.500 rpm, como promete la ficha técnica, si no recién más cerca de las 2.500 rpm.
En resumen, lo expuesto más arriba fue la balanza inicial de puntos destacables y mejorables que identificamos en la Clase X durante el test drive internacional que Mercedes-Benz organizó en Chile y donde estuvo presente CarsMagazine.com.ar. Fue un mega evento de varios días de duración, donde primero la prensa y luego los concesionarios pudieron tomar, por primera vez, contacto dinámico con la nueva pickup de la estrella. Un producto que se lanzará en Europa a partir de noviembre, con fabricación en Barcelona para ese mercado; y que como apuntamos, en Argentina se producirá en Córdoba, en el marco del proyecto industrial conjunto de Renault, Nissan y Daimler, con una inversión de 600 millones de dólares para la producción de las tres pickups (ver más aquí).
Durante la prueba de manejo en Chile, CarsMagazine.com.ar pudo probar dos versiones de la Clase X. La Power, con el máximo equipamiento disponible; y la Pure, el nivel de ingreso a la gama (también existe un intermedio llamado Progressive). Ambas unidades evaluadas eran X250d; es decir, contaban con motorización diésel bi-turbo de 2.3 litros y 190 CV de potencia (a 3.750 rpm), con 450 Nm de torque (entre 1.500 y 2.500 rpm). Se trata del mismo motor que equipa a la Nissan Frontier y que también montará Renault Alaskan. La transmisión, común a las tres pickups, es automática de siete velocidades, de convertidor de par, con opción secuencial desde el selector. La oferta global de la Clase X también incluirá versiones de caja manual de seis marchas, con opciones 4×2 y 4×4, en todos los casos con cabina doble.
Para esta configuración mecánica (190 CV AT), Mercedes-Benz declara una aceleración de 0 a 100 km/h de 11,8 segundos, una velocidad máxima de 175 km/h y un consumo urbano de 9,6 litros/100 km. Durante el test drive en Chile, CarsMagazine.com.ar realizó mediciones adicionales. En prestaciones, la recuperación de 80 a 120 km/h (en Directa) nos demandó 9,7 segundos. Y el consumo a 100 km/h constantes (el motor gira a 1.800 rpm en 7ª marcha) fue de 6 litros cada 100 kilómetros. Esta última cifra, si bien es preliminar y habrá que ratificarla en una prueba más a fondo en Argentina, es interesante, ya que la Amarok 2.0 TDI de 180 CV con transmisión automática de 8 velocidades (ver prueba aquí), registra un consumo de 6,4 litros/100 km a velocidad constante de 100 km/h (con el motor girando en 8ª marcha a 1.600 rpm).
Cuando al comienzo del análisis hablábamos de un elevado confort de marcha en la Clase X, la clave está en la suspensión trasera, que combina un eje rígido con esquema multibrazo y resortes en lugar de elásticos. Es el mismo concepto de la Nissan Frontier, pero con otras piezas desarrolladas por Mercedes-Benz, ya que la Clase X utiliza otros ejes y ensanchó 7 cm ambas trochas para logar un mejor desempeño dinámico (que la acerca bastante a la Amarok, creemos a priori sin llegar a equipararla). A favor, la Clase X incluye frenos a disco en las cuatro ruedas en versiones de motorización de 4 cilindros, mientras que la Amarok, sólo en la opción V6.
Pero la Clase X ofrecerá otros dos motores en Argentina al margen de la versión probada de 190 caballos. Por un lado, el mismo de 2.3 litros pero con turbo simple (X220d), que entregará 163 CV y 403 Nm, para las versiones de ingreso a la gama. Y por otro, la versión tope de gama, X350d, con motorización V6 de 3.0 litros, 258 CV y 550 Nm, que será la más potente del segmento (superando a la Amarok V6 de 224 CV; ver prueba aquí). Se trata –ahora sí– de un motor de origen Mercedes-Benz (el OM642 que también utilizan el Clase G, Clase E y GLE), al igual que la transmisión automática 7G Tronic Plus de la estrella, aquí con levas al volante. En el caso de la Clase X con motor V6, la tracción es integral permanente 4Matic con reductora (esto último, algo que no ofrece la Amarok 4×4 con caja automática).
La Clase X V6 –en la cual pudimos viajar en Chile sólo como acompañante de un ingeniero alemán, ya que aún está en fase de desarrollo y se lanzará en Europa a mediados de 2018– propone otras dos diferencias cruciales sobre las versiones de cuatro cilindros. Por un lado, un sistema de reductora que –inéditamente– se puede activar y desactivar en movimiento. La “baja” puede conectarse circulando hasta 40 km/h; y es posible regresar a “alta” viajando hasta 70 km/h. La otra particularidad es el sistema Dynamic Select, que permite elegir entre distintos modos de conducción, algo también inédito en una pickup. Las opciones son Comfort (por defecto, con parámetros promedio), Eco (para mayor eficiencia), Sport (para más deportividad), Manual (el conductor decide el momento del cambio de marchas con las levas) y Off Road (para mejorar la tracción fuera del asfalto). En todos los casos, el Dynamic Select actúa sobre el motor y la transmisión, modificando sus respuestas y comportamientos, aunque no en la dirección (tal cual nos confirmó el ingeniero que nos llevó –a ritmo de rally– en la prueba de la V6).
Todavía falta mucho para el lanzamiento de la Clase X en Argentina. Pero en Mercedes-Benz calientan motores desde ahora, ya que se trata del ingreso de la marca al segmento de las pickups, donde hasta ahora no estaban presentes. Como no tienen que cuidar las ventas de un producto que esté actualmente en oferta, quieren que todo el mundo se entere ahora de que lanzarán la Clase X. Por eso organizaron todo en distintas etapas: develación del concept (en Suecia), presentación del producto de serie (en Sudáfrica) y test drive internacional (en Chile). CarsMagazine.com.ar participó de esta última instancia y ya se anota en lista de espera para lo que le rogamos a Mercedes-Benz: una prueba de manejo en cuanto la Clase X con motor V6 esté lista y disponible. Esa será la Clase X con la mayor cantidad de componentes de origen Mercedes-Benz. Y como muchos ya imaginan o vaticinan, la próxima gran referencia mundial de este segmento.
La pickup de la estrella se lanzará en Argentina en el primer semestre de 2019.
Es una “mid size” de 5,34 m de largo, rival para Hilux, Amarok, Ranger y otras.
Nos gustó el diseño frontal. La versión evaluada tenía llantas de 19 pulgadas.
En cambio, nos parece que al diseño posterior le faltó un atractivo en las ópticas.
Motor bi-turbo diésel de 4 cilindros, 2.3 litros, 190 CV y 450 Nm, de origen Nissan.
El revestimiento de caja estará en las versiones “full”. Capacidad de carga: 1,1 ton.
Auxilio homogéneo en llanta y neumático en la versión Power, la más equipada.
También probamos la versión Pure, de entrada de gama, que será la más vendida.
Con llantas de 17 pulgadas y paragolpes en plástico negro, pensada para trabajo.
Interior de la versión Power, con un nivel de calidad propio de un Mercedes-Benz.
Caja automática de siete marchas y sistema Command para operar la multimedia.
Instrumental completo y clarísimo, en sintonía con los automóviles de la estrella.
Pantalla multimedia, con cámaras incluidas, hasta una de 360° en la versión “full”.
Impecable volante… sin regulación en profundidad. La dirección es sólo hidráulica.
Tapizados de cuero, butacas calefaccionadas, regulaciones eléctricas. Todo “full”.
Respaldos traseros más inclinados que en la Frontier y con mayor habitabilidad.
Interior de versión Pure: tapizados de tela, plásticos rígidos y pantalla pequeña.
El segundo día en Chile probamos esta unidad Pure, con caja automática y tracción 4×4.
En el off road, evaluamos el despeje de 22 cm y la capacidad de vadeo de 60 cm.
La versión V6, aún en desarrollo, sólo se podía “probar” como acompañante.
Un ingeniero alemán nos llevó a fondo: impecable tenida, tremenda aceleración.