La investigación llegó a la conclusión de que cuanto más claro es el color, mejor es la visualización del vehículo. Mientras que el blanco es el más seguro, crema, amarillo y beige son otros colores recomendados para evitar accidentes.
La Universidad de Monash comprobó que los coches negros tienen un 12 por ciento más posibilidades de chocar, mientras que en los grises hay un 11% más en comparación con los blancos. Rojo, azul y marrón implican un 7% más de factibilidad de colisionar.
“Manejar un automóvil de color oscuro incrementa las posibilidades de choques, pero de ninguna manera es un elemento influyente para tener un accidente como lo es el comportamiento del conductor al volante de su vehículo”, señaló el estudio como conclusión.