Un relevamiento de la FIA otorgó cifras alarmantes sobre la autenticidad de las sillas infantiles que se comercializan en la Ciudad de Buenos Aires.
Luego de que la Legislatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires disponga que “cuando el pasajero sea menor de 12 años, o con una altura inferior a 1,50 metros, debe utilizar el sistema o dispositivo de retención infantil correspondiente a su peso y/o altura debidamente homologado” (según la Ley N° 5.294), la Región IV (latinoamericana) de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) afirmó que 4 de cada 10 Sistemas de Retención Infantil (SRI) ofrecidos en el ámbito porteño “no cuentan con al menos una de las homologaciones requeridas por esta Ley”.
La hipótesis de la FIA surgió de un relevamiento entre 10 marcas comercializadoras de estos sistemas en supermercados, locales exclusivos para bebés y portales de venta online. La Ley de la Ciudad de Buenos Aires se basa en la norma IRAM 3680-1 y 3680-2 para establecer el criterio de homologación. Aquellos ciudadanos que no la respeten serán sancionados con una multa de 100 pesos.
Al margen, según el Lic. Leandro Perillo, Responsable de Seguridad Vial de FIA Región IV, “la oferta de sistemas de retención para el grupo de recién nacido (grupo 0 y 0+) es menor al 5% del total de la oferta. Las butacas para grupos 1 y 2 superan el 81% de la oferta. Esto quiere decir que la disponibilidad de producto se concentra en la edad del niño donde el padre o madre ya no lo lleva en brazos. Y aquí es donde se dan los hechos de mayor gravedad con los más pequeños”.
La FIA también detectó que los precios de los productos no coinciden con los niveles de seguridad. Al respecto, Perillo explicó que “el mayor precio para butacas (Grupos 1 y 2) no homologadas por norma técnica, es casi tres veces el valor de aquellas butacas homologadas de menor precio. Y en el caso del grupo 3, la silla no homologada de mayor costo tiene un precio promedio de $100 más que aquellos que cuentan con las homologaciones internacionales correspondientes”.