“Pienso que GM aprenderá mucho de la quiebra de Chrysler”, declaró pidiendo el anonimato un abogado especializado en bancarrotas citado por la agencia AFP. Según el diario “The Washington Post”, el Estado federal favorece esta solución, tomando en cuenta que GM ha progresado mucho en su reestructura, en particular cuando logró la última semana acuerdos con sus sindicatos estadounidenses y canadienses que le permiten reducir sus costos salariales al nivel de los de la competencia.
El esquema en ambos casos sería el de una venta rápida de activos sanos del fabricante. El resto de los activos y compromisos del grupo debería quedar durante años bajo administración judicial, mientras las partes involucradas se disputen sus restos. Durante la declaración de quiebra, el Estado federal continuaría alimentando masivamente las cajas de GM, luego de haberle provisto ya 19.400 millones de dólares desde el primer trimestre de este año. Al principio, la ayuda gubernamental estaba destinada a durar sólo hasta fines de mayo.