Ford subrayó en un comunicado que la decisión de revisar sus opciones estratégicas fue tomada “en respuesta al significativo decaimiento de la industria automotriz, particularmente en los últimos tres meses y a la aguda inestabilidad global”. La marca de óvalo anunció que la revisión probablemente tome varios meses en completarse.
“En virtud de los desafíos externos sin precedentes que enfrenta Ford, así como todo el ramo, para nuestra empresa resulta prudente evaluar opciones para Volvo, mientras estudiamos nuestro plan fundamental para Ford”, expresó el presidente de la empresa, Alan Mulally.
Ford aclaró que seguirá trabajando en forma muy estrecha con Volvo, que se está reestructurando “para operar en una base más por su cuenta”, bajo la presidencia de Stephen Odell, quien fue designado hace algunos meses.
En 1999, Ford adquirió Volvo Cars del grupo sueco Volvo, por 6.450 millones de dólares. Las ventas de Volvo tuvieron su pico en 2000 con el récord de 422.100 unidades, informó la automotriz de Detroit. Sin embargo, las operaciones cayeron fuertemente en Estados Unidos y en Europa en medio de la crisis financiera mundial que estalló en agosto de 2008.