El haz de luz se acorta y ensancha. Así, reduce los destellos para los vehículos que vienen de frente e ilumina mejor a ciclistas y peatones por los costados.
Ford incorporó una tecnología de luces susceptibles a la meteorología en sus vehículos para mejorar la visibilidad automáticamente cuando empieza a llover. A través de este sistema, el haz de luz se acorta y ensancha. Así, reduce los destellos para los vehículos que vienen de frente e ilumina mejor a ciclistas y peatones que circulan por los costados.
La tecnología se activa a través de la actividad del limpiaparabrisas, de las condiciones de luz ambiental y de la velocidad de conducción. Forma parte del Sistema de Iluminación Frontal Adaptativa de la marca del óvalo.
“Muchos conductores habrán experimentado aguaceros, un repentino chaparrón que puede hacer que ver las marcas viales se convierta en un reto. Nuestra tecnología de luces que dependen de la meteorología ayuda a los conductores a enfrentarse a las condiciones meteorológicas más extremas”, destacó el Director de Iluminación de Ford Europa, Thorsten Warvel.
La marca del óvalo hace hincapié en un estudio realizado en Inglaterra, que indica que los siniestros viales aumentan hasta un 82 por ciento cuando está lloviendo. También asegura que las marcas viales de la ruta (incluso las reflectantes) pueden desaparecer por el destello de los faros cuando los niveles de agua se sitúan por encima de ellas.
