Comparada con la F430, el modelo al que reemplaza, la 458 Italia mantiene casi las mismas dimensiones. Es apenas 1 cm más larga (4,52 metros), con el mismo ancho (1,93 m) y alto (1,21 m). La distancia entre ejes se incrementó en 5 centímetros. La principal diferencia en cuanto al chasis está en el peso, ya que acusa en la balanza 1.380 kilos, nada menos que 145 kg menos que la F430.
El impulsor consiste en un nuevo desarrollo de Ferrari, ubicado en posición trasera central, de configuración V8, 4.5 litros y 570 CV a 9.000 rpm, con un par máximo de 540 Nm a 6.000 rpm. Esto significa un aumento de potencia de 80 caballos respecto del modelo actual, lo que sumando a la reducción de peso mejora la relación peso-potencia: de 3,2 kg por caballo se pasó a 2,4 kg por CV. Un aspecto que llamativamente ha remarcado Ferrari es que a pesar del incremento de potencia, el nuevo motor también presenta un ahorro de combustible y de emisiones.
En cuanto a prestaciones, la 458 Italia promete un aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 3,4 segundos, es decir, 6/10 de segundo más rápido que la F430. La velocidad máxima, de 325 km/h, significa un plus de 10 km/h sobre el modelo anterior. Con los principales comandos ubicados en el volante, la 458 Italia mejoró su posición de manejo, y ése ha sido uno de los principales aspectos en los que colaboró “Schumi”, el siete veces campeón de F.1 que está por regresar a la “máxima” en reemplazo del accidentado Felipe Massa.
