La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas advierte que las compañías formales del Noreste argentino están al borde de la crisis.
La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) asegura que las compañías transportistas formales del Noreste están al borde de la crisis como consecuencia de que “son blanco de procesos de fiscalización, con los que cumplen”, pero que “las coloca en una situación de desventaja frente a las empresas que operan al margen de la ley”.
FADEEAC también afirma que “los pocos controles que se realizan en esta zona del país son sólo hacia las empresas que están registradas y tratan de cumplir con las reglamentaciones. Las que no lo hacen, nadie controla ni multa, lo que produce una competencia desleal dentro del sector”.
Más información, en el comunicado de prensa a continuación…
COMUNICADO DE PRENSA – FADEEAC
Autotransporte de cargas: las empresas formales del Noreste están al borde de la crisis
- Son blanco de procesos de fiscalización, con los que cumplen, pero las coloca en una situación de desventaja frente a las empresas que operan al margen de la ley. Sus costos aumentan por la carga impositiva y el pago de los salarios en el marco de la formalidad. FADEEAC reclama la fiscalización equitativa a todas las empresas.
Los constantes aumentos de los costos y la baja del volumen de cargas a transportar son un combo letal para la actividad. Pero si esto fuera poco, fiscalización solamente dirigida a las empresas que operan en el marco de la ley es un golpe mortal. Aunque son las generadoras de trabajo genuino y registrado, y, sobre todo, las que pagan impuestos con los que luego se mueven la economía, padecen esta situación y comienzan a desaparecer.
¿Porque decimos que esta forma de fiscalización atenta contra la economía? Esto es muy simple: los pocos controles que se realizan en esta zona del país son solo hacia las empresas que están registradas y tratan de cumplir con las reglamentaciones. Las que no lo hacen, nadie controla ni multa, lo que produce una competencia desleal dentro del sector.
Las empresas registradas les pagan los salarios a sus trabajadores bajo el Convenio Colectivo de Trabajo 40/89, en cuyo marco FADEEAC acordó recientemente una suba laboral del 26.5% para los próximos seis meses. Si bien resaltamos el compromiso de todas las empresas por garantizar que el trabajo sea bien remunerado, entendemos que la realidad económica y financiera de muchas de las que operan en el norte del país vuelva cuesta arriba responder a esa responsabilidad. No obstante, se paga para respetar la ley.
Sin embargo, hay empresas que optan por caer en la marginalidad y nadie las controla. Tanto el Sindicato como los organismos estatales solo fiscalizan a las genuinas porque es más fácil “pescar en la pecera” que salir a controlar y multar. Todos los trabajadores se merecen cobrar un sueldo digno y tener medidas de seguridad adecuadas, pero ya que no haya fiscalización sobre las que operan en la informalidad es el caldo de cultivo para que se genere el trabajo no registrado.
Además, el precio del combustible en la zona es un 13% más caro que en la CABA, lo que produce competencia desleal entre las empresas de esa jurisdicción y las del NOA del país. Esto también fomenta el vandalismo de combustible. Como si esto fuera poco, tal diferencia de precios hace que muchas empresas que realizan tráficos del NOA a la CABA o el Gran Buenos Aires coloquen tanques adicionales en sus camiones para poder cargar combustible en esas jurisdicciones, que es mucho más económico. No solo es una pérdida en la capacidad de carga por el mayor kilaje que agrega a la tara sino que aumenta la inseguridad vial, producto de los adicionales de combustible que transportan.
¿Porque la falta de fiscalización por parte del Estado perjudica a todos los ciudadanos?
Sabemos que el funcionamiento del Estado es por medio de la recaudación de impuestos, pero si cada vez son menos las empresas que los pagan, la recaudación será menor y no podrá cumplir con sus obligaciones. Mucho menos podrá realizar un plan para reducirlos.
En tanto, la falta de fiscalización del peso de los camiones trae como consecuencias que las rutas, caminos rurales y calles y avenidas de las ciudades se rompan más rápido, lo que también hace aumentar el costo de funcionamiento del Estado. La seguridad vial se ve afectada por esta situación, ya que aumentan las muertes en las rutas, por ejemplo la Ruta 34 donde se producen siniestros viales día a día.
El transporte automotor legar de cargas produce cinco puestos de trabajo por camión. Esto no solo es por lo que genera de manera directa sino a través de todos los servicios relacionados que requiere para su normal funcionamiento como las estaciones de servicios, mecánicos, gomeros, puestos de comida y tantos otros servicios que se consumen.
Por todo esto, desde FADEEAC y las Cámaras asociadas del NOA decimos que si el Gobierno no toma medidas en el asunto, fiscalizando y haciendo cumplir las leyes, no solo desaparecerán las empresas sino que el Estado tendrá cada vez menos dinero para funcionar y cada vez más ciudadanos entrarán en la marginalidad. Indudablemente, también se perderán muchas fuentes de trabajo. Por eso promovemos facilidades y políticas acordes para que todas las empresas puedan encausarse en lo que demanda la ley, y una fiscalización equitativa para quitarle el yugo a quienes operan desde hace tiempo en la formalidad.
En este sentido, existe el Registro Único del Transporte Automotor (RUTA) que no solo es para conocer datos de los vehículos de cargas del país, sino que es para tener información acabada de cuáles son las empresas formales en funcionamiento. Desde FADEEAC, manifestamos en varias oportunidades que este registro debe modernizarse y contar con la validación informativa de organismos como AFIP y Registro de la Propiedad del Automotor, entre otros. Esto permitiría una “autofiscalización”, ya que las empresas informales no podrían obtener este registro y, de esta forma, no podrían operar.
FADEEAC sigue reclamando que se fiscalice y que se haga de manera correcta, no solo a las empresas formales sino a todas. De esta manera, defender el trabajo formal, mejorar la recaudación estatal para, consecuentemente, poder bajar de la carga impositiva insostenible que sufren las empresas del sector; fomentar las inversiones para la creación de nuevos empleos y recuperar la competitividad de los productos argentinos.