El estudio pone de manifiesto que durante esas clases, los automovilistas son capaces de reducir el consumo de combustible en un 17%, empleando el mismo tiempo en sus recorridos. Las mujeres reducen el consumo una media del 20%, frente al 16% de los hombres.
Según las estimaciones del informe, si se empleasen las técnicas para recortar el consumo de carburante se ahorrarían anualmente más de 150 millones de euros y se dejarían de emitir a la atmósfera 450 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).
Además, según CEA y Prevensis, sólo uno de cada tres conductores sabe cuáles son las revoluciones por minuto (rpm) adecuadas para un motor diesel, mientras que la mitad de los automovilistas ignora que se puede circular a 50 kilómetros por hora en quinta marcha.