La introducción del control de estabilidad en todos los automóviles nuevos presentados a nivel local podría retrasarse dos años. Qué dice la FIA y Latin NCAP.
En 2013, el Gobierno de la Nación y los principales sectores de la industria automotriz acordaron establecer la obligatoriedad del Programa Electrónico de Estabilidad (ESP) de serie en todos los modelos nuevos de automóviles lanzados a partir de 2018 en el mercado argentino.
A pesar de esto, hace algunas semanas comenzó a circular entre los medios y en las oficinas de las empresas el rumor de que habrá una revisión con respecto a esta medida. Concretamente, se estima que las autoridades nacionales y las terminales argentinas tienen la intención de postergar dicha obligatoriedad hasta 2020.
“Por el bien de los argentinos y de todos los consumidores de la región, esperamos que la postergación sea un rumor y que Argentina se mantenga en línea con los planes de la Década de Acción para la Seguridad Vial y las metas de sustentabilidad de la ONU estipulados para salvar vidas”, declaró al respecto el Secretario General de Latin NCAP, Alejandro Furas.
Siguiendo esta línea, la Federación Internacional del Automóvil (FIA Región IV) emitió un comunicado oficial para lamentar que “la importancia de la seguridad vial y el compromiso en la prevención de muertes por accidentes de tránsito parece estar ausente en estos debates en nuestro gobierno”.
Para el Gerente de Movilidad y Políticas Públicas de FIA Latinoamérica, Leandro Perillo, “la industria automotriz debe ser consciente de las implicancias de este cambio y las autoridades argentinas, como la Agencia Nacional de Seguridad Vial, deben entender la importancia que tiene una tecnología de seguridad que ayuda al conductor en situaciones adversas y salva casi tantas vidas como el cinturón de seguridad”.
A su vez, Perillo consideró “preocupante que el interés económico de unos pocos se pondere por sobre la seguridad y las vidas de miles de argentinos, incluso en contra de las tendencias en todo el mundo”. “Mientras sea opcional, los consumidores deberán pagar por su seguridad. Al ser estándar, estaría incluido en el precio de compra de cualquier vehículo”, completó el Presidente del Directorio de Latin NCAP, Ricardo Morales Rubio.
Según el comunicado de la FIA Región IV, la fundamentación de esta “posible e inadecuada decisión de postergación” es que el mercado brasileño prevé la obligatoriedad de esta tecnología de seguridad activa desde 2020, “por lo que la demora les ayudaría a continuar con sus intercambios comerciales con el país vecino”.
Latin NCAP y la FIA Región IV aseguran que “el costo del ESP junto al ABS es de aproximadamente 60 dólares”. Distintas automotrices consultadas por CarsMagazine.com.ar sostuvieron que introducir este dispositivo en vehículos que no lo tienen requiere una inversión mayor, aunque ninguna brindó cifras precisas.