Alfa Romeo realizó pruebas con las nuevas motorizaciones de sus modelos MiTo y Giulietta en la nieve de la Patagonia. Allí, un equipo de desarrollo compuesto por 12 ingenieros italianos comandó la caravana para recorrer más de 10.000 kilómetros.
Además de la nueva configuración de motores, Alfa Romeo probó también la evolución del sistema DNA característico de la marca italiana. Este dispositivo, de serie en toda la gama, permite modificar los parámetros de funcionamiento del motor, transmisión (cuando es automática), sistema de dirección, diferencial electrónico Q2 y sistema de frenos, además de las lógicas de comportamiento del sistema de control de estabilidad (VDC).
En marcha, el DNA es muy práctico y sobre todo, efectivo. Lo lógico es emplear el modo Normal para una conducción convencional, dejando el Dynamic para sacar partido de las máximas prestaciones del motor. En el caso de que la adherencia no sea la propicia, ya sea por nieve, hielo o lluvia, el tercer modo All Weather ayuda a controlar la situación.
Por otra parte, los ingenieros de la casa italiana testearon la evolución del EBA (emergency brake assist), un dispositivo de gran ayuda ante cualquier situación de emergencia. Cuando el mismo percibe peligro potencial, que requiere un frenado rápido, se pone a presión unos instantes antes de que el conductor pise el pedal de freno para así garantizar máxima rapidez de respuesta.
La combinación de este esquema electrónico y los componentes Brembo en los calipers –equipamiento incluido en versiones Quadrifoglio– aseguran la máxima seguridad y performance de frenado.
Según se informó desde Centro Milano, representante exclusivo de Alfa Romeo en Argentina, estas pruebas arrojaron un excelente resultado: rápidas respuestas, aislamiento y rendimiento de motor.
