Cosechadoras con pinceladas de autos y un confort inédito, con cuero en las cabinas. Es el caso de Metalfor, que se transforma de la mano de José Luis Denari.
Por Patricia Osuna Gutiérrez
Las nuevas cosechadoras y pulverizadoras Metalfor (ver más aquí), presentadas en Expoagro 2022 y que ya trabajan en el campo argentino, son un verdadero imán en términos de imagen, con una enorme “M” sobre fondo negro, realmente impactantes. Y detrás de esa nueva comunicación de marca de Metalfor, está el trabajo de José Luis Denari, reconocido diseñador de transportes (ver más aquí).
Junto a su equipo, “Jose” ha trazado el diseño de muchos automóviles, pero ahora también se ocupó de la imagen de estas grandes máquinas agrarias, en aspectos que van desde lo visual hasta lo perceptivo. Para conocer más detalles de cómo fue ese trabajo que acercó el diseño automotor a las máquinas del campo, TruckMagazine.com.ar entrevistó a Denari, quien explicó el reposicionamiento de Metalfor. El diálogo completo, a continuación…
– ¿Qué significa pasar de diseñar automóviles a una cosechadora?
– El reto existe, sobre todo, en lo que es el cambio de rubro. Trabajé en el diseño de autos de carrera como los Top Race o de colectivos con la carrocera Ugarte, y eran proyectos diametralmente opuestos entre sí. Y en este caso de Metalfor, nos alineamos aún más en lo que es el automóvil en este tipo de máquinas.
– ¿Cambia el proceso creativo?
– No, los procesos de diseño son similares. El camino creativo arranca con bocetos y entendiendo cuál es la problemática que se quiere resolver. En base a eso, se arma un proceso igual al de un auto de carrera, un colectivo o una cosechadora. Sí es importante al entrar en un nuevo rubro, hacer una investigación para entender cuál es la problemática, en este caso del campo que, obviamente, no es la misma que la de un auto de calle, de carreras o un colectivo. El desafío como diseñador es que ese proceso de diseño satisfaga la demanda creativa del campo.
– ¿Cuál fue el pedido de Metalfor?
– Tiene que ver con el reposicionamiento. Desde hace cuatro años la empresa tiene una nueva gestión y los nuevos dueños quisieron relanzar la marca y sus productos, con un diseño asociado a estos valores: la eficiencia, porque en el campo todo se mide por ahí; la capilaridad de estar cerca del cliente; y la tecnología, porque ante el paso generacional hoy los dueños de los campos alquilan maquinaria agrícola, y la gestión fue tomada por los hijos, que buscan máquinas con tecnología. Nos focalizamos en la tecnología, la seguridad y el confort de quien estará diez horas arriba de esta máquina.
– ¿En qué te inspiraste?
– Cuando empezamos a diseñar lo hacemos con lo que se llama package, que es un paquete donde ya está toda la parte mecánica por debajo, lo que tiene que ver con el chasis, el motor y todas las partes duras que uno no puede tocar. Se arranca desde una hoja en blanco, pero teniendo en cuenta que no estamos haciendo un tema libre, sino supeditado al package de estas unas unidades enormes. En esta oportunidad, nuestro trabajo fue mucho más gráfico, y recientemente transformamos la cosechadora 1475 para presentar la 2635.
– Desde el exterior, ¿cómo se lee el diseño propuesto?
– Esa es la parte del look and feel (aspecto y tacto) de la máquina. Gráficamente, se trabajó en una revalorización del Isologo de lo que es Metalfor. Es una “M” muy importante, y por eso tomamos ese Iso y lo pusimos con unas pinceladas en los laterales. La marca se ve mucho más potente, con un lenguaje parecido a lo que puede ser KTM o Husqvarna, donde plasman los Isos excediendo el volumen general de la moto. Es un lenguaje actual, trabajado por marcas líderes.
– ¿Hay aspectos de seguridad del sector automotor que se suman a las máquinas del campo?
– La seguridad y la tecnología son pilares en Metalfor. Un aspecto muy importante que influye en la seguridad es la cámara 360°. Este tipo de cámara la tienen los autos de alta gama. Por ejemplo, Audi tiene cámaras 360° cenitales, con una cámara adelante, otra atrás y dos en los espejos, y con eso se construye una imagen cenital, como si fuese un ‘drone’ filmando desde arriba. Esta tecnología la introdujimos por primera vez en estas máquinas y en efecto, proviene de la industria automotriz. Ayuda al subir las máquinas en un camión o entrarlas en un galpón, donde hay espacios reducidos y la maniobra es compleja. Aporta muchísimo en seguridad y a preservar las máquinas.
– Con esta nueva imagen, ¿qué buscan generar en los clientes?
– Enriquecimos todos y cada uno de los ítems para que cuando una persona entre o suba a una cabina de Metalfor, esa cabina transpire calidad, confort y todo eso que en diseño se llama ‘calidad percibida’. Es lo que una persona percibe a ‘golpe de ojo’. Incluso, si entró en la cabina y ni siquiera llegó a tocar el volante. Eso es buena calidad transmitida o percibida. Si observa que hay un volante revestido en cuero, después ese cuero debe tener buenas condiciones, costuras y estar bien trabajado, y se reconfirma la calidad percibida.
– ¿Cuero en el interior de una cosechadora?
– Sí, diseñamos para que cada elemento que está en contacto con el operador esté tapizado en cuero. Es así en las cabinas de las cosechadoras que hoy se comercializan. Son pequeñas grandes cosas que hacen a la calidad en un producto. También tiene que ver con la calidad real y en ello se trabajó con el departamento de ingeniería. Por ejemplo, en el aire acondicionado o la estanqueidad. Nos alineamos en esta nueva identidad que pretende demostrar Metalfor. También se trabajó en eliminar la tornillería a la vista, demostrando un salto en la calidad.
– ¿Cuál fue la respuesta de los usuarios ante la nueva propuesta de diseño?
– La cabina recibió muy buenas críticas, sobre todo en la calidad percibida. El potencial cliente que se sube a una de nuestras cabinas reconoce ese salto en la calidad y el confort. Estamos recién arrancando y la renovación total se verá a fines de 2022 y principios de 2023.
– De los modelos 2023, ¿qué podrías adelantar?
– Es el rediseño completo de la carrocería y el interior de la cosechadora, y lo hacemos como Centro de Diseño externo, en concordancia y al unísono con el Equipo de Diseño de Metalfor. La cabina 2023 de la cosechadora tendrá un cambio radical; por ejemplo, encontrarán un diseño con firma de luz que viene de la industria automotriz y reconocerán una Metalfor solamente por sus luces. Lo mismo que pasa en un auto de alta gama: el gesto de las luces ya define qué marca y modelo es. Seguimos ese criterio. Y trabajamos fuertemente en el diseño de la pulverizadora o fumigadora 7040 para renovarla casi completamente. Hay mucho trabajo que venía desde Metalfor y colaboramos en el diseño, con algunos puntos. La pulverizadora nueva es un proyecto 90% Metalfor y 10% Denari Design. Aportamos en la última etapa del proceso que se llama la matemática de la máquina.
– ¿Hay otros aspectos de la industria automotriz en estas unidades para el agro?
– Asociamos tanto a la cosechadora como a la fumigadora, dos máquinas grandes que vende Metalfor, una serie de elementos clásicos en el diseño de transporte, pero más vinculado a los autos, como la firma de luz o el confort en la cabina. Queremos que la cabina se asocie, en términos de materiales y de look and feel, todo lo que se pueda a un automóvil. Que las sensaciones sean de un automóvil de alta gama, porque de hecho los precios de estas máquinas son mucho mayores que en un auto de muy alta gama. Y por lo tanto, queremos que esa percepción exista. En cuanto al look and feel, está todo lo que es la colorimetría, lo perceptivo asociado al estilo. Por eso utilizamos pinturas y gráficas que tienen que ver con un criterio automotor, la implementación del Isotipo, del Isologo y cómo se implementa. Esto es un reposicionamiento que Metalfor quiere hacer desde ese lugar de la marca, en términos generales.
– Por último, ¿qué sentís al ver estos modelos del agro en funcionamiento?
– Por empezar, no trabajo solo: somos un equipo de unas diez personas y como parte de ese equipo y team líder, es un placer ver cómo diseñadores argentinos podemos trabajar y ver ese producto en acción, ya sea en la calle, en las pistas o en el campo. No hay nada más lindo para un diseñador que poder tener una idea en la cabeza en marzo y verla plasmada al año siguiente en la calle. Pasar de esa primera idea en dos dimensiones que es el dibujo, a una maqueta en escala 1:4, después a una escala 1:1 y luego ver el vehículo funcionando… De eso vivimos, ¡eso es lo que nos motiva!