General Motors, que acaba de declararse en concurso de acreedores en su división Norteamérica, comunicó un retroceso de sus ventas en mayo en los Estados Unidos del 29 por ciento en relación con el mismo mes de 2008. La casa de Detroit distribuyó el mes pasado 191.875 vehículos. El retroceso del 29% se precipitó por una baja del 38% en ventas de utilitarios y por un repliegue del 22% en las ventas de vehículos pesados. En un comunicado, GM destacó sin embargo que sus ventas habían progresado en un 11% en relación con abril, lo que representa “el mejor resultado mensual desde el principio de 2009”.
Por su parte, Chrysler anunció un retroceso de sus ventas del 30 por ciento en Estados Unidos en mayo, en datos anualizados y ajustados a los días laborables. La empresa, que se declaró en quiebra el 30 de abril, vendió 79.010 vehículos el mes pasado. El grupo calificó a abril como un mes de “transición”, ya que se encontraba bajo supervisión judicial, de la cual saldría próximamente. Pese a eso, también se trató del mejor mes del año para Chrysler.
Ford y sus marcas Lincoln y Mercury vendieron 155.954 unidades en mayo, e incluyendo las ventas de su filial sueca Volvo, comercializó un total de 161.531 unidades, un 24 por ciento menos que en el mismo mes de 2008. La firma del óvalo es la única de los otrora tres “Grandes de Detroit” que ha podido salvarse de la quiebra, y el grupo destacó que mayo último fue “el mejor mes de ventas desde julio de 2008”.
Por último, el japonés Toyota registró un retroceso de sus ventas en Estados Unidos del 38 por ciento durante mayo. La automotriz oriental comercializó allí 152.583 vehículos el mes pasado, y subrayó que esa cifra representa una progresión de más del 20 por ciento en relación con el nivel de ventas de abril.