General Motors, primer constructor automovilístico estadounidense, sufrió una caída de sus ventas del 27,5% en mayo en los Estados Unidos, con 272.363 unidades, impulsada por un derrumbe del 36,7% de las ventas de sus modelos más grandes (todoterreno y SUV).
Su competidor Ford anunció una baja de sus ventas de vehículos del 16% en mayo en el mismo país, a 217.998 unidades, también debido a una fuerte caída de la demanda de los vehículos muy voraces en combustible.
El tercer fabricante estadounidense, Chrysler, registró por su parte una caída de sus ventas del 25%, hasta 148.747 unidades, repartida en un 33% menos para los automóviles de paseo y un 22% para los vehículos pesados.
Por último, las ventas del fabricante japonés Toyota cayeron un 8%. En compensación se registró una fuerte demanda del nuevo modelo Corolla, del cual se vendieron 52.826 unidades, un aumento del 12,4% en relación con mayo de 2007.