Ford, que está celebrando el centenario de la aparición del simbólico modelo T, perdió en septiembre un 34 por ciento de sus ventas, mientras que el Grupo Chrysler le siguió de cerca con una disminución del 33 por ciento.
Toyota y Honda, que hasta este año se habían mostrado como las marcas más resistentes a los vaivenes del sector, vieron sus cifras reducidas un 29,5 y un 20,9 por ciento, respectivamente.
Sólo General Motors consiguió contener la caída libre en la que parece estar el sector del automóvil en Estados Unidos, y redujo sus pérdidas a sólo el 15,8 por ciento. Pero la cifra de GM está en otro contexto, ya que el fabricante tuvo en septiembre un programa de incentivos con descuentos a empleados para reactivar sus ventas.
Es un panorama que Ford calificó como “frágil” tras registrar el peor mes en ventas en lo que va de 2008. La automotriz afirmó que “los consumidores y las empresas están en un momento muy frágil. Una economía débil junto con las ajustadas condiciones de crédito han creado una atmósfera de precaución”, indicó el directivo.