Nos subimos a la versión 5 puertas de la nueva generación del compacto alemán. Con diseño continuista, mejora en prestaciones y eficiencia. Los opcionales, muy caros.
Por Martín Egozcue
martin.egozcue@carsmagazine.com.ar
El Nuevo Audi A3, la tercera generación del modelo compacto de la marca alemana, se lanzó en Argentina en abril de 2013, inicialmente en silueta de tres puertos y poco después, en versión Sportback. En CarsMagazine.com.ar habíamos probado la primera de ellas y ahora llegó a nuestras manos la variante de cinco puertas, que evaluamos con el impulsor 1.8 TFSI de 180 caballos y transmisión S tronic.
Fabricado en Alemania, el Nuevo A3 es el primer modelo del Grupo Volkswagen (al cual pertenece Audi) que utiliza la nueva plataforma MQB (por “Bloque de Construcción Transversal Modular”), que se destinará a más de 40 modelos entre las distintas marcas del grupo germano. De esa forma, si bien la evolución en diseño no ha sido radical, el A3 es un modelo totalmente renovado sobre su predecesor.
A junio de 2014, el precio base de la versión que evaluamos era de 93.500 dólares. De más de está aclarar que se trata de un producto fuertemente castigado por los nuevos impuestos internos que rigen en Argentina, en este caso en la escala más alta: 50% nominal, que se traduce en 100% de incremento efectivo en el precio.
Los principales rivales del Nuevo Audi A3 en Argentina son el Mercedes-Benz Clase A y el BMW Serie 1, aunque también pertenecen al segmento de los hatchback compactos premium modelos como el Volvo V40 y el Alfa Romeo Giulietta.
POR FUERA Y POR DENTRO
Como apuntamos, estéticamente el cambio no ha sido radical para el A3, sino más bien continuador del modelo anterior, aunque con la actualización del “family feeling” que Audi ha propuesto en las últimas renovaciones de cada una de sus familias de modelos.
El A3 Spotback mide 4,31 metros de largo y de ese modo, acusa 7 cm más que la versión de tres puertas. Además, también es 3 cm más generoso entre ejes frente a éste último, con un total de 2,63 metros. Por último, el Sportback es 1 cm más ancho y 2 cm más alto. Todas estas diferencias en las dimensiones también se traducen en un baúl 15 litros más grande en el Sportback frente a la silueta de tres puertas, con un volumen total de 380 litros.
Al ingresar al habitáculo del A3, enseguida se percibe la excelencia a la que acostumbra la marca alemana. Cada detalle está cuidado y pensado, los materiales son suaves al tacto, con inyectados hasta en las contrapuertas. Todo es agradable a la vista y se percibe la calidad en cada uno de los comandos. Además, el volante de la unidad que probamos estaba forrado en un agradable cuero para un excelente “grip”.
El nuevo instrumental propone dos grandes relojes analógicos para el velocímetro y el cuentavueltas, de amplia escala y fácil lectura, bien al estilo Audi y de otros modelos del Grupo Volkswagen. Más de uno verá con agrado que el Nuevo A3 no olvida el medidor de temperatura del motor (una tendencia del último tiempo), que propone una escala digital, al igual que el medidor de combustible. La lectura no es compleja porque la escala es amplia (indica octavos de unidad).
Hacia afuera, sin embargo, la visibilidad no es justamente un punto para destacar. No es deficiente, pero creemos que el formato ovalado del espejo retrovisor interno no es el ideal (no llega a cubrir al 100% el campo visual de la luneta) y los exteriores podrían ser un poco más grandes. La habitabilidad es correcta para el tamaño y un tanto más generosa para que en la versión de tres puertas por las mayores dimensiones ya explicadas. Pese a ello, la quinta plaza es pequeña y no hay espacio para colocar las piernas.
DEBAJO DEL CAPOT
El A3 también presenta evoluciones en la motorización, con mayor eficiencia de combustible sin resignar prestaciones. El motor 1.8 TFSI de esta nueva generación entrega 180 caballos; es decir, 20 CV más que el impulsor del modelo anterior. La potencia máxima se obtiene desde 5.100 rpm. Lo interesante aquí es que el torque, de 250 Nm (ídem modelo anterior), se despliega en forma pareja y constante entre 1.250 y 5.000 rpm. De modo que justo cuando el torque disminuye, el motor alcanza su potencia máxima. Traducido: el 1.8 TFSI acelera como “endiablado” sin importar en qué régimen esté trabajando.
Pero claro, el otro secreto de las prestaciones del 1.8 TFSI está en la sociedad con la transmisión automática S tronic, ya conocida en la familia Audi. Con doble embrague y siete relaciones, el pasaje de marchas es rapidísimo y sin interrupción del flujo de potencia (cuando un cambio está en uso, el segundo embrague ya tiene preseleccionada la marcha siguiente). Además, la unidad que probamos disponía del opcional de levas al volante, para exprimir al máximo el modo secuencial.
En prestaciones, el A3 Sportback 1.8 TFSI acelera de “0 a 100” en 7,2 segundos y alcanza 232 km/h de velocidad final. En el primer caso, mejora en 4/10 de segundo la marca del impulsor anterior de 160 CV; y en el segundo, desarrolla 10 km/h adicionales. Con sistema “Start & Stop”, que detiene el motor en los semáforos para ahorrar combustible, este motor presenta un consumo promedio homologado de 4,8 litros/100 km, por lo que resulta 0,5 litros/100 km más eficiente que el anterior.
Dinámicamente, el A3 muestra un comportamiento bastante neutro. Dobla muy bien apoyado, con pocas inclinaciones, y responde rápidamente a los cambios de dirección que le impone el conductor. A ello contribuyen una dirección con asistencia eléctrica bien precisa, los neumáticos de bajo perfil y un esquema de suspensión acorde.
QUÉ TIENE, QUÉ FALTA
La dotación de seguridad del A3 –hablamos de equipamiento de serie– es muy completa y prácticamente no deja lugar a críticas. Dispone de siete airbags, entre frontales, laterales, de cortina y rodilla para el conductor; sistema de frenos antibloqueo ABS, controles de tracción y estabilidad (pueden desconectarse pero incluso así intervienen en última instancia); faros antiniebla delanteros y trasero; y anclajes Isofix para sillas de niños, entre otros.
En confort, en cambio, es donde sostenemos la principal crítica para el Nuevo A3. Si bien ofrece ítems destacados de serie como climatizador automático, dirección y freno de estacionamiento eléctricos y el sistema Multi Media Interface con pantalla de 5,8 pulgadas, hay otros elementos que sólo se incluyen como opcionales pero que, por precio y segmento, entendemos que deberían formar parte de la dotación de serie. Entre esos faltantes identificamos al sistema de navegación, la conectividad Bluetooth, el sensor de estacionamiento y el control de velocidad crucero, todos ítems que hay que incorporar en forma individual o bien dentro de “paquetes” ya armados.
Entendemos que es interesante que el cliente pueda configurar a gusto el equipamiento de su unidad. Pero hay que tener en cuenta que el precio puede dispararse. Sin ir más lejos, la unidad que probamos tenía incluidos nada menos que 28.975 dólares en opcionales. Concretamente, contemplaba, como dotación extra, tapizados de cuero, techo panorámico eléctrico, sistema de navegación, faros de Xenón, conectividad Bluetooth, llantas de aluminio de 17 pulgadas de diseño específico, asistente al estacionamiento, inserciones en aluminio e iluminación interior en LED, entre lo más destacado.
CONCLUSIÓN
Conservando la reconocida calidad y tecnología propia de Audi, el Nuevo A3 marca un paso adelante respecto de la generación anterior en términos de eficiencia y prestaciones. En definitiva, sin grandes mutaciones en cuanto a diseño, los cambios no se perciben a la vista sino más bien al volante, en el uso continuo en distintos ámbitos. Y como apuntamos, la principal objeción está en el equipamiento de serie de confort y el valor de algunos opcionales. Con garantía de 3 años o 90.000 kilómetros y el respaldo de los cuatro anillos, quien se decida por un A3 sin duda tomará una decisión inteligente, con valor de reventa asegurado en el tiempo.
