Los asientos son de cuero “envolvente, agradable y flexible”, según Citroën, y la tonalidad de los mismos “es un degradado que va del negro intenso al marfil nacarado”. La casa gala confeccionó las butacas inspirándose en los trabajos realizados en las correas de los relojes más exclusivos. “Su altura y su carácter envolvente dan un toque deportivo al habitáculo, que también se percibe en el cuadro de instrumentos cónico, en el volante y en las líneas suaves y ligeras del salpicadero”, describió la automotriz.
El techo, de cuero color marfil nacarado casi gris, está trabajado con el logo de la línea DS, una opción dentro del abanico de personalizaciones que se ofrecerán en el DS3. “Gracias a ellas, los futuros clientes podrán disponer de un modelo totalmente exclusivo que refleje sus gustos y forma de ser”, puntualiza Citroën.
En febrero pasado en París, cuando Citroën comunicó su nueva imagen de marca, también anunció la recuperación de su mítica línea DS, con el lanzamiento en 2010 de su nuevo modelo DS3 (adelantado en el concept DS Inside), al que le seguirán en el futuro los nuevos DS4 y DS5. La firma apuesta así por posicionarse en el mercado de alta gama y competir con las grandes marcas Premium, como Audi, BMW y Mercedes-Benz.