La primera apuesta de Citroën llegará durante el primer trimestre de este año con la aparición del nuevo C3 Picasso, al que la propia automotriz definió como “el coche anti crisis”. La marca también prevé una transformación de su modelo C4 en Europa para los próximos años, con lo que mantendrá renovada la gama C, que engloba cinco vehículos. “Citroën toma el camino del pragmatismo con reducción de presupuesto y mejora de las prestaciones”, apuntó el director de Productos de Citroën, Vincent Bessons, quién apostó por “un cambio sin ruptura con mejoras de los vehículos en todos los ámbitos”.
Durante la presentación realizada en París, la marca francesa anunció la recuperación de su mítica línea DS, con el lanzamiento en 2010 de su nuevo modelo DS1 bajo la forma de concept car (foto), al que le seguirán en el futuro los nuevos DS4 y DS5. La firma apuesta así por posicionarse en el mercado de alta gama y competir con las grandes marcas, como Audi, BMW y Mercedes-Benz.
La jugada de Citroën por su nueva imagen pasa por renovar el aspecto de los 8.000 puntos de venta que posee en todo el mundo, durante los próximos cinco años. Así, los concesionarios de la marca sufrirán una transformación en sus espacios de presentación de los vehículos, acogida, venta y reparación.
“La marca se había quedado por detrás de sus productos”, explicó el director de Marketing de Citroën, Xavier Chardon, que apostó por entablar “una nueva relación con los clientes”. Asimismo, el logo, que no ha cambiado desde la década del ‘80, se renueva con líneas más curvas y combinando el color rojo en las letras y el plateado en los chevrones, que ganan tres dimensiones.