El presidente de la empresa, Yin Tongyao, expresó por su parte al diario “Gazeta Mercantil” que el crecimiento del mercado brasileño es digno de los grandes países emergentes, y por eso negocia firmemente la entrada a ese país. “Antes de montar una fábrica en Brasil tenemos que desarrollar la tecnología flex fuel (que permite usar nafta o alcohol indistintantemente o ambos combustibles mezclados en cualquier proporción) que aún no dominamos, pero nuestro centro de desarrollo trabaja en ese proyecto”, advirtió Yin.
Un grupo de periodistas brasileños de diversos medios viajó a WuHu, en China, sede de Chery, para ver el funcionamiento de la fábrica y recibir las informaciones de los planes de la automotriz en Brasil. Chery, fundada en 1997 con capital estatal, y que en diez años vendió un millón de automóviles, mantiene operaciones productivas, además de en China, en Rusia, Ucrania, Irán, Uruguay, Indonesia y Egipto. En Uruguay monta desde 2008 los utilitarios Tiggo (foto), que entrarán este año a Brasil y que desde julio pasado se venden en la Argentina.
“La capacidad de producción en Uruguay es limitada a 25.000 unidades por año, lo que no es compatible con el mercado brasileño, por eso abriremos una unidad en nuestro país”, comentó Luis Curi, presidente de Chery Brasil, a “Folha de Sao Paulo”. El ejecutivo, que lidera el grupo brasileño JLJ (asociado a Chery para sus inversiones en América Latina), recordó que habrá “de 15 a 20 revendedores en Brasil en un primer momento, concentrados en las principales ciudades del sur y del sudeste porque son modelos que encajan en el perfil de consumidores de esas regiones”.