Es un pequeño cambio estético en algunos detalles, que adelantan lo que será la nueva Serie 3, ya que estos retoques luego se aplicarán al resto de la familia. La diferencia está en los motores: más potencia y eficiencia para toda la oferta de impulsores.
La nueva imagen de los Serie 3 cupé y descapotable luego llegará a los otros modelos.
Ahora cuentan con más potencia, pero con menor consumo de combustible y emisiones contaminantes. También sufrieron pequeños cambios estéticos y en el interior, con el objetivo de continuar con el liderazgo en el mercado.
Se trata de la tercera generación de la cupé y la cuarta de la descapotable, que por primera vez suma techo rígido retraíble, siempre con respecto a la Serie 3 de BMW, una de las más vendidas a nivel mundial.
El diseño incluye nuevas ópticas delanteras y traseras, una parilla con el típico “riñón” rediseñado, faldones delanteros y traseros nuevos, al igual que los paneles inferiores laterales.
El impulsor diésel para las versiones 320d ahora tienen 70 caballos más alcanzando los 184 HP con 380 Nm de torque, lo que le permite tener una aceleración de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos (para la cupé; 8,3s para la convertible), pero a su vez consume menos y emite menos gases tóxicos.
Los principales cambios fueron para los motores, ahora más potentes y eficientes.
El motor de seis cilindros diésel del 325d también fue mejorado y sumó 7 HP para erogar 204 caballos. Por su parte, el motor estrella de la Serie, el seis cilindros biturbo del 335i (306 HP), que si bien cuenta con la misma potencia, se redujo su consumo gracias a la adopción de la inyección directa de combustible.
Si bien los cambios no son mayores, son el anticipo de diseño que luego se derramará a los otros modelos de la Serie. El lanzamiento de la Coupé y el Convertible no fue anunciado, pero se sabe que será en un corto período.