La marca alemana apunta a recuperar posicionamiento en un segmento en el que muy pocos se animan a competir, el de los sedanes grandes Premium. Surge un renovado rival para el BMW Serie 7 y el Mercedes Benz Clase S. Se comercializará desde 2010.
El motor “menos” potente del A8 tiene 350 caballos de fuerza.
La tercera generación del A8 es la última joya que presentará Audi este año. Comenzará a comercializarlo en todo el mundo en los primeros meses de 2010, para disputarles terreno sus competidores BMW Serie 7 y Mercedes-Benz Clase S.
El nuevo diseño de líneas agresivas y potentes de Audi se percibe desde las ópticas delanteras, en base al sistema de LEDs que introdujo con el R8 y que ya es característico de toda la familia.
Desde los laterales, su imponente tamaño se amalgama con los pliegues que semejan los diseños de sus hermanos menores, A5 y A6. La línea de cintura elevada y la suave curvatura del techo contribuyen a un aspecto de “cupé de cuatro puertas” que se impone como tendencia en Europa y que también está presente en el A5 Sportback que en 2010 llegará a la Argentina.
Por dentro tiene un listado extenso de detalles de confort y novedades tecnológicas de las más avanzadas, especialmente en los ítems de ayuda al conductor para una mayor seguridad.
El A8 sale a competir nada menos que con el BMW Serie 7 y el Mercedes-Benz Clase S.
El sedán mayor de Audi tendrá dos variantes como impulsor: por un lado, el V8 FSI de 4.2 litros, naftero, de 372 CV que logra hacerlo llegar a 100 km/h en apenas 5,7 segundos. Por otro lado, se ofrecerá con un motor diesel 4.2 TDI, con 350 CV y una aceleración aún superior en dos décimas de segundo: de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos. En ambos casos, asociados a una caja automática secuencial de ocho marchas, con el sistema “Dynamic Shift Program” (DSP), que impide cambios de marchas en situaciones innecesarias.