Especialistas en berlinas de alta gama, las tres marcas arrastran una imagen de fabricantes eficaces, pero muy contaminantes y de gran consumo de combustible, en momentos en que los precios del petróleo siguen su escalada, y en plena adopción, en Europa, de legislaciones restrictivas en materia de protección medioambiental.
Después de Daimler y Volkswagen, que quieren lanzar su primer modelo eléctrico en 2010, BMW anunció que empezaría a hacer pruebas en sus MINI. Pero por ahora no se atreve a dar una fecha para su comercialización ni a indicar si la marca será contemplada para un futuro modelo eléctrico.
Las opciones “están totalmente abiertas”, explicó un portavoz del grupo de Munich. Los primeros vehículos híbridos, con batería y motor, deberían ver la luz “a fines del año próximo”, prometió. Volkswagen ya va por ese camino, pues como repite su presidente, Martin Winterkorn, “el futuro pertenece al vehículo eléctrico”.
Tanto los constructores como los expertos lo admiten: ninguna gran serie de vehículos eléctricos llegará al mercado antes de varios años. “Diez a veinte años”, según un analista alemán.
El constructor francés Renault quiere ser el primero en este sector y por ello prometió que a partir de 2011 empezará a vender a gran escala vehículos eléctricos en varios países europeos, empezando por Portugal, con cuyo gobierno firmó un protocolo de acuerdo.