El Senado lo aprobó por mayoría, pese al rechazo de las provincias vitivinícolas. Con esta ley, el límite baja de 0,5 a 0 mm de alcohol por litro de sangre.
Por Redacción – CarsMagazine.com.ar
El proyecto de Alcohol Cero al Volante acaba de convertirse en ley en toda la Argentina. El Senado lo aprobó por amplia mayoría (48 votos a favor y 9 en contra) y estableció así la obligatoriedad de manejar con 0 miligramos de alcohol por litro de sangre para quienes circulan por el territorio nacional.
La iniciativa, que fue impulsada por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), baja de 500 miligramos de alcohol por litro de sangre a 0 miligramos para conductores particulares de autos y de 200 a 0 mm para conductores de motos.
La tolerancia cero ya era efectiva en 13 provincias y más de 50 ciudades de la Argentina, como Buenos Aires (no CABA), Córdoba, Jujuy, Salta, Tucumán, Entre Ríos, Río Negro, Santa Cruz, Mar del Plata, Rosario, Santa Fe (Capital), Ushuaia, Posadas, Pueblo Esther, Río Grande y Moreno, entre otras.
Según cifras oficiales, desde que se instaló el Alcohol Cero al Volante bajó un 15,8 por ciento la cantidad de fallecidos en siniestros viales en Río Negro y un 37,1 por ciento en Jujuy. En Buenos Aires, bajó a la mitad la cantidad de conductores con alcoholemia positiva en las rutas a la Costa en enero de 2023, en comparación con el mismo mes de 2022, cuando todavía el límite era 0,5.
La siniestralidad vial es la principal causa de muerte en personas menores de 35 años en nuestro país y el alcohol al volante es el responsable de, al menos, 1 de cada 4 incidentes de tránsito graves.
La mayoría de los senadores que votaron en contra del proyecto representa a provincias vitivinícolas, a priori las más afectadas por el Alcohol Cero. Entre ellas, Mendoza, San Juan, La Rioja y Salta.
La mendocina Mariana Juri, de Juntos por el Cambio, dijo que la ley “destruye miles de trabajos”. Además, resaltó que “es una ley que no toma ni una sola recomendación que todos los especialistas del mundo dieron para bajar la siniestralidad en la Argentina”.
Por su parte, su coterránea oficialista Anabel Fernández Sagasti, advirtió que “nadie cree que con esto se va a solucionar y a partir de mañana habrá menos accidentes de tránsito. Es una discusión falsa. A través de esta ley nacional se decidió impulsar un cambio cultural que va a costar, pero tiene una consigna clara y contundente: ‘No manejes si consumiste alcohol’”.
Los especialistas aseguran que el consumo de alcohol reduce la visión periférica, puede causar visión doble, genera un falso estado de euforia, seguridad y confianza; y disminuye la coordinación y atención del conductor.
Es una medida acertada que ayudará a salvar vidas. El problema radica en la famosa “tasa de metabolización” y su eliminación que es variable en función del peso de la persona, la edad, la ingesta de alimentos, la cantidad de alcohol consumido, el tiempo transcurrido, etc. Es decir que, saber con certeza cuando una persona “queda limpia” es muy complejo. Esto cambiará los usos y costumbres. Sin entrar en los excesos, el bebedor social tendrá serias dificultades para compartir en familia o con amigos lo que era -con prudencia- un hábito cotidiano para muchos: acompañar la comida con vino, cerveza, siempre hablando de un consumo moderado. Habrá que apelar al “conductor designado” o tomar taxi/remis. Y me temo que muchos no estarán dispuestos a seguir esta regla. Pero la premisa es que la ley y los controles e inhabilitaciones para conducir se apliquen activamente.